La localidad de Arcos cerró el Viernes Santo sus desfiles procesionales con la salida a la calle de las hermandades del Dulce Nombre y el Santo Entierro, que llenaron de devoción y recogimiento el ambiente cofrade. Antes, el municipio asistió a los últimos momentos del itinerario de la salida procesional del Nazareno, el Señor de la Madrugá arcense, que estuvo en la calle 14 horas para repartir la bendición a vecinos y visitantes.

Así que la Semana Santa arcense cierra un capítulo más de esplendor con estas salidas procesionales ya que este Domingo de Resurrección lo protagoniza las sueltas de varios astados por las calles del pueblo. Hay que recordar, de igual manera, que el Resucitado saldrá, en Arcos, el próximo 12 de abril conocido ese día como el Domingo In Albis. Lo hará desde la parroquia de San Francisco, a partir de las once y media de la mañana, para encarar las calles Plaza de las Aguas, Calle Romero Gago, Alta, Peña Picada, Plaza Rafael Pérez del Álamo, Romero Gago, Plaza de las Aguas, San Francisco, y entrada en su templo sobre las dos de la tarde.

La salida procesional del Nazareno se produjo sobre las dos de la mañana del viernes desde el templo de San Agustín. Como cada año, el cortejo procesional acaparó todas las miradas. La Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, San Juan Evangelista y Santa Mujer Verónica, que salió a la calle procesionó para fundirse con el pueblo. El largo itinerario que cada año esta cofradía afronta con dos trayectos diferenciados para que el Nazareno pueda llegar a cada rincón de Arcos supuso una vez más todo un reto para hermanos, costaleros y penitentes, que acompañaron a la imagen venerada de Arcos.

A las cuatro de la tarde del viernes y con 14 horas de procesión se recogió esta cofradía, que fue el preámbulo para la salida de las dos hermandades que coronaron la noche del Viernes Santo. La primera en salir fue el Dulce Nombre y después lo hizo el Santo Entierro, que llenó de solemnidad el ambiente festivo.