La salida de la Hermandad de la Esperanza, a las cinco de una soleada tarde de Jueves Santo, marcó ayer el inicio de los días grandes de la Semana Mayor de Sanlúcar. La cita era en la Iglesia de San Nicolás, cuyo entorno ya estaba abarrotado de devotos y curiosos desde minutos antes de la hora fijada para el comienzo de la procesión de esta cofradía, una de las más numerosas de la Semana Santa de la ciudad.

El paso del Santísimo Cristo de la Expiración tuvo el acompañamiento musical de la banda de cornetas y tambores de Nuestro Padre Jesús de la Humildad, de Sevilla. En cuanto al paso de palio, llevó hasta la Parroquia de Nuestra Señora de la O a la banda de música El Arrabal, de Carmona, para luego continuar su recorrido hasta la recogida con la sociedad filarmónica Nuestra Señora de la Oliva, de Salteras. La hermandad, pues, dispuso de magníficos elementos para realizar un precioso desfile procesional. Especialmente emotivos fueron su encuentro con las Hermanas de la Cruz -este año, como novedad, ya por la noche-, y, por supuesto, su tránsito por las calles del barrio marinero de Sanlúcar, tan vinculado a esta cofradía.

La Hermandad del Cautivo también dejó momentos espectaculares, como su paso junto a la iglesia rociera de la calle San Jorge, incluido, esta vez, en un novedoso itinerario motivado por la ampliación de la Carrera Oficial del centro hasta la calle Santa Ana. De hecho, este emocionado encuentro con la Hermandad del Rocío se produjo en el primer tramo del desfile de la cofradía radicada en la Iglesia de los Desamparados, antes de pasar por los dos tramos de la Carrera Oficial.