Semana Santa

Lunes Santo en la memoria

  • lDespierta un nuevo día. El esperado y majestuoso Lunes se abre paso en nuestros corazones

Tras una noche de nervios y sueños contenidos, despierta un nuevo día en esta bendita Isla. El esperado y majestuoso Lunes Santo llega a nuestros corazones, cuando la Hermandad se hace Barrio y el Barrio se hace Hermandad.

Aún en nuestras manos se entrelazan las palmas, que unos pequeños hebreos nos dejaron en el recuerdo, entre vítores y Hosannas. Acudiendo así, al día más especial de la Semana Santa, el Lunes Santo.

Salgamos a la calle dispuestos a disfrutar de un día de estampas únicas y románticas Es ese 'Lunes de Oro', como en tantas y tantas ocasiones se ha pregonado

Dos barrios castizos, el Cristo y la Pastora, con solera que rezuma por sus paredes y patios con olor a jazmín y alucema, dispondrán en el entrelazado de sus calles y plazas sus mejores galas.

Los Estudiantes en un canon perfecto y armonía, llevaran a nuestras vidas, la mejor muestra de amor de un Hijo, el eterno abrazo a la Amargura de su Madre. Así, así se abrirán las puertas de una nueva jornada de estudiantiles maneras desde el barrio crucero.

No muy lejos, entre volteos de campanas, el barrio de mis amores, La Pastora, se revestirá como cada primavera de esa singular estampa de rojas capas y azules escapularios, con el recuerdo imborrable al Hijo Predilecto de esta ciudad y alma mater de la idiosincrasia de esta mi querida Hermandad del Ecce-Homo, Alfonso Berraquero García.

El Hijo de Dios, será presentado al pueblo en su portentoso misterio, pueblo que busca la eterna fuente de Salud en la mirada de su Madre, que sin lugar a duda este año, teñirá de tristeza los ojos de la Pureza Galilea, por la partida de sus hijos a la morada del Padre.

La eterna mirada isleña, como no puede ser de otra manera, la encontraremos en otro de los barrios de la Isla, el barrio de la Iglesia Mayor. Bajo el eco de los latigazos vertidos por dos sayones, el Señor del Medinaceli cautivará los corazones de los isleños con la Santa Cruz Trinitaria. Sus lágrimas, darán vida al inmenso vacío dejado, por esa clausura de amor de las Reverendas Madres Capuchinas.

Sin lugar a duda, "Lunes de Oro" como en tantas y tantas ocasiones se ha pregonado, pero que este año estará lleno de sentimientos a flor de piel, de recuerdos, de miradas, de clasicismo y de oraciones calladas.

Salgamos pues a la calle, dispuestos a disfrutar de un día, en la que cada una de las Hermandades, brinda a la ciudad una estampa única y romántica. Disfrutemos de esos rincones genuinos cuando caiga la noche isleña, moldeando así nosotros mismos, nuestra jornada Santa particular, llena de nostalgias y recuerdos de esta liturgia callejera que nos ofrece este Lunes Santo en la memoria.

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