Semana Santa

Días de sol y nubarrones

La recogida del Santo Entierro en la noche de ayer puso el punto y final de la Semana Santa 2010. Y ese momento en Santa Cruz supuso también el motor de arranque de la del próximo año. Desde ese momento, las cofradías y el Consejo de Hermandades comenzarán a analizar lo sucedido estos días. Y fruto de este debate surgirán cambios, mejoras y nuevos proyectos para seguir mejorando paso a paso una Semana Santa que este año se ha marchado entre momentos soleados y otros con nubarrones...

el tiempo

Precisamente, del tiempo toca hablar en primer lugar al hacer balance de la Semana Santa, ya que un año más ha vuelto a ser protagonista. Las condiciones meteorológicas han sido sobresalientes durante toda la semana; salvo el Lunes Santo, día en el que algunas precipitaciones aisladas, y un fuerte chaparrón a la hora punta de la salida de las hermandades, impidió que procesionaran este año La Palma, Nazareno del Amor y Prendimiento.

Las tres acertaron en su decisión; y en el caso de Vera-Cruz, que sí llegó a Catedral pero no completó su recorrido, hay opiniones para todos los gustos, ya que a la decisión de por sí compleja se le añaden otros condicionantes, como el carácter sobrio de la misma o el hecho de que se volvieran desde Catedral.

incidencias

La de 2010 ha sido, sin duda, la Semana Santa de los incidentes. El primero de ellos llegó el mismo Domingo de Ramos, cuando el capataz Antonio Magariños sufrió un percance al frente del misterio de Borriquita que obligaba a amputarle parte de uno de sus dedos.

De incidentes estuvo también marcada ayer la salida de la cofradía de Buena Muerte, a cuya Dolorosa se le rompió la corona y se le caía el manto y a cuyo paso de palio se le rompieron las dos crucetas. Además, un golpe contra una farola en la Madrugada del Viernes Santo fracturó dos dedos del Cristo del Descendimiento, accidente que fue rápidamente solucionado por el imaginero Luis González Rey, que se desplazó a San Lorenzo.

A ello se suman pequeños percances, como la rotura de una potencia del Señor de Sentencia o algunos problemas en el pelo del Señor de la Salud, como incidentes más destacables que han marcado la Semana Santa.

el público

Es parte esencial del discurrir de las cofradías por las calles de la ciudad, y este año ha sido capaz de lo mejor y de lo peor. Lo más positivo ha sido el ambiente que han registrado las calles desde la salida hasta la recogida de la mayoría de hermandades (salvo en la Madrugada), a lo cual ha favorecido los tempraneros horarios de las diferentes jornadas de la semana.

Pero el comportamiento ha vuelto a evidenciar una falta de concienciación por parte del público acerca de qué es lo que se está representando en la calle. Lo vivido el lunes en San Francisco en la salida de Vera-Cruz, con el público vitoreando en todo momento a una corporación de tan marcado carácter penitencial y con una respuesta del todo inapropiada con un problema que tuvieron los pasos para salvar un cable que cruzaba la plaza, fue sencillamente lamentable. A eso se le une los aplausos a saetas, levantás,... de aquellas corporaciones de negro.

Las sillas en todo el recorrido de las hermandades ha sido otro aspecto negativo del público. La mayoría acudía a ver procesiones sentados, sea donde sea, lo que impedía el tránsito normal de personas y el cruce de calles (al taponar las esquinas); y a eso se une la cantidad de suciedad que dejan en las calles una vez que la procesión termina de pasar. Desde frutos secos hasta neveras de playa y tappers, para muchos ver la Semana Santa de Cádiz es como ir de excursión, con el consiguiente perjuicio para los propios desfiles procesionales.

los cortejos

Parece que el número de penitentes ha descendido en algunas hermandades, lo que ha levantado cierta alarma entre los responsables cofradieros, que ya no saben cómo conseguir que los hermanos vistan la túnica el día de la salida. Al margen de esto, ha llamado la atención el incumplimiento de las normas de salida en la vestimenta de algunos penitentes; a lo largo de la semana se han visto muchos calzados inadecuados, vaqueros y chándals por debajo de la túnica, medallas de la cofradía por encima de la túnica,... Elementos por los que los responsables deben velar más, por el bien del conjunto de la hermandad en la calle.

Un aspecto positivo que parece que se ha generalizado en las cofradías es el de destinar un lugar específico en el cortejo a los más pequeños de la hermandad, que visten de acólito.

La madrugada

En los últimos años viene estando en el punto de mira. Y este año ha sido aún más comentado. La Madrugada del Viernes Santo parece herida de gravedad. Un parón de más de dos horas entre el Jueves Santo y la Madrugada mermó en exceso la presencia de público en la carrera oficial y en parte del recorrido de las cuatro corporaciones de tan señalada noche.

Con la marcha anunciada de Sanidad y la posible de Medinaceli e incluso de Descendimiento, los cofrades deberán plantearse qué hacer con esta jornada: buscar un giro radical que la mantenga y que incluso la potencie, o dejar que sólo el Perdón -donde no se plantean variar el día de salida, ni tienen por qué hacerlo- se mantenga en ella.

sábado santo

Ha ganado la ciudad un día más de procesiones, lo que agradecen los cofrades, los ciudadanos, los hosteleros,... Es decir, que en líneas generales es una gran noticia. A falta de conocer el balance particular que haga Santo Entierro, el cortejo de la hermandad brilló durante la tarde de ayer en su procesionar. Y si bien el público no fue numeroso, sí arropó en todo momento el paso del cortejo.

Por tanto, es de esperar que esta jornada se afiance en la Semana Santa de Cádiz, y quizá en el futuro se sume el misterio de Descendimiento, lo que mejoraría el Sábado Santo.

la carrera oficial

El paso de las hermandades por el itinerario común que comienza en Catedral y finaliza en Ancha ha vuelto a evidenciar la necesidad de una reforma de la carrera oficial que debe salir del análisis, el estudio y las propuestas de hermandades, Consejo y Ayuntamiento.

Así, la plaza de Candelaria se ha convertido en uno de los tramos menos 'agradables' para el paso de los cortejos procesionales, ya que las sillas se distribuyen sin ni siquiera unas vallas que delimiten el paso de las cofradías (como se hizo hace unos años en Ancha).

El Palillero ha vuelto a demostrar también que su actual configuración no es válida para el normal discurrir de las corporaciones, a lo que se suma una complicada rampa que deben solventar las cuadrillas de cargadores y que afea de manera notable el paso de las cofradías. A este respecto, son numerosas las alternativas que se ofrecen, como aumentar el número de palcos (más de media plaza está vacía) o volver a lo de hace unos años, llegando las cofradías hasta la esquina de Columela y Feduchy.

La calle Ancha también necesita una potenciación, que bien podría hacerse con unas estructuras que delimitara las sillas en grupo de seis o nueve para poder habilitar pequeños palcos que favorecieran la presencia de público en esta vía.

Otro aspecto que llama la atención en carrera oficial es el incumplimiento horario, que debe ser corregido porque se ha convertido en algo habitual y, lo que es peor, una circunstancia normalizada.

Muchos son los frentes que quedan abiertos al término de una Semana Santa en la que ha vuelto a quedar de manifiesto el avance en la mayoría de cofradías y en la que el sol ha sido protagonista pese a algunos nubarrones...

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