Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Miércoles Santo

Caminito

  • El momento más esperado de las primeras calles del recorrido de esta cofradía se centró en la calle Costa Rica, entre las Terciarias Franciscanas del Rebaño de María y las Carmelitas Descalzas, congregaciones vecinas bajo la devoción de la Virgen del barrio

El viento de poniente que se notaba en la Alameda Apodaca no fue capaz de estropear la esencia que desprendió la salida de la cofradía de Nuesta Señora de las Angustias y San Nicolás de Bari, ya que ayer fue el primer Miércoles Santo procesionando con este título y su reliquia. Mucho público junto a las murallas de San Carlos, murallas de devoción, de rigor penitencial y del luto que este día pone esta corporación del último rincón de la calle Isabel la Católica. Durante el año es habitual transitar por este hermoso rincón del barrio de San Carlos imaginándose el sudario y la cruz marcados en el cielo y ondeando sobre el rostro triste de Nuestra Señora de las Angustias.

Poco antes de la hora fijada para la salida, el paso que este año crecía un poco más en su fase de restauración del dorado y que ayer estaba gustosamente exornado con lirios morados, esperaba a la sombra del monumento de San Francisco Javier. Una parada prevista para que el cortejo de nazarenos empezara a tomar la plaza Argüelles saliendo desde la iglesia del Corpus Christi (Carmelitas Descalzas), ya que las pequeñas dimensiones de la capilla de Nuestra Señora de las Angustias no permite dar cabida al alto número de penitentes que tiene esta hermandad.

Pero antes de que se dispusiera el cortejo al completo en la calle, los hermanos del Caminito estuvieron montando el paso justo delante de su sede canónica porque el tamaño de la puerta tampoco permite que salga como posteriormente procesiona. La cruz arriba, los respiraderos y los faldones en su sitio, los candelabros a las esquinas y las patas para que tomara su altura habitual. Todas estas labores se desarrollaron con tanta celeridad como respeto porque en la calle Isabel la Católica esto se hace casi de memoria desde hace muchos años.

Sin duda, el momento más esperado de las primeras calles del recorrido de esta cofradía se centró en la calle Costa Rica, entre las Terciarias Franciscanas del Rebaño de María y las Carmelitas Descalzas, congregaciones vecinas bajo la devoción de la Virgen del barrio. Las hermanas de la primera congregación entonaron un hermoso cántico al misterio en el que decían "yo te quiero ofrecer lo más bello y mejor que hay en mi corazón; hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar". Mientras, el único paso de esta hermandad parado con el mar a su espalda susurrando los mismos cantos que las monjas bajo un silencio estremecedor que se agradece cuando los capirotes negros anteceden un paso. La Virgen de las Angustias se despidió de su tradicional encuentro mientras sonaba Salve Regina. Salve reina de San Carlos. Sale las Angustias, sale el Caminito. El luto del Miércoles Santo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios