El obispo diocesano, Rafael Zornoza, ha querido estar presente este viernes en la entrega del premio Gota a Gota que la Fundación Cajasol ha concedido a la banda del Rosario y que él mismo, junto al presidente de la fundación, Antonio Pulido, han entregado. Zornoza ha asegurado en el acto que entiende “perfectamente el mérito de la banda”, aplaudiendo el reconocimiento “al esfuerzo y la constancia”.

Tras hacer un guiño a los músicos, considerando a la formación “una agrupación religiosa porque ayudáis a llevar la piedad a la gente que os escucha”, Zornoza ha querido poner de relieve tres valores o factores que considera inherentes a las bandas que acompañan musicalmente a los pasos procesionales.

“En primer lugar, el valor de la piedad”, ha manifestado el obispo haciendo referencia a eso “que nos lleva a hacer muchas cosas, que nos lleva a perseverar” en las acciones sin buscar nada a cambio. Una cualidad muy extendida en el mundo de las hermandades.

En segundo lugar, el obispo ha puesto de relieve el valor de la música, “que una cosa es oírla y otra hacerla”, en cuyo segundo caso “se vive de tal manera que engancha, que casi nos hace dependientes, podríamos decir”. “Además, cultiva una serie de virtudes que engrandece a la persona”, ha añadido Zornoza, que se ha mostrado convencido de que existen “pocas cosas más educativas que participar en una banda, en la disciplina de los ensayos, en la atención para no equivocarse...”.

En tercer lugar, el obispo gaditano ha hecho referencia a la “fraternidad”, a esa cualidad vinculada a las bandas de música para hacer amigos; “amistades para toda la vida” gracias a formaciones musicales como Rosario. “Y de este modo, el componente de Rosario está también dispuesto a afrontar muchas más cosas de la vida”, ha concluido Zornoza en su cariñosa intervención que cerró la ceremonia de entrega del Gota a Gota.