Las puertas de la Iglesia Mayor volvieron a abrirse a las siete y media de la tarde para que el cortejo de la hermandad de la Soledad se pusiera en marcha en una nueva tarde de Viernes Santo, la última tarde de procesiones en La Isla.
A esas horas, el centro de San Fernando ofrecía un aspecto verdaderamente multitudinario. La del Viernes hace años que se ha convertido en una de las jornadas que más gente congrega en el centro. Y el tiempo, en esta ocasión, ha animado a disfrutar de la tarde más elegante de toda la Semana Santa isleña.
Minutos después el sobrio paso de misterio del Traslado al Sepulcro se ha adentrado en la Carrera Oficial. Soledad, aunque ha sido la última en echarse a la calle, era la primera en pasar por los palcos para luego rodear la plaza del Rey y recorrer el centro.
La más antigua se ha dejado querer en el centro mostrando la estampa cofrade de siempre en una Isla que ha apurado sus últimas horas de una Semana Santa que se ha quedado a medias a causa de la lluvia pero que, sin embargo, ha brindado también un Viernes Santo memorable como el que pudo verse con la Virgen de la Soledad callejeando por el centro de La Isla antes de llegar a su barrio.
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