Diario Cofrade

Semana Santa en San Fernando: Nostalgia de Viernes Santo

  • La afluencia de isleños en los templos arropando a las hermandades del día se ha vuelto a hacer notar desde temprano 

  • Soledad, Rosario, Desamparados y Santo Entierro adentran a la ciudad en la recta final de una Semana Santa que mira ya a la Pascua de la Resurrección 

Viernes Santo en San Fernando

La solemnidad, la austeridad y la elegancia, atributos eternos del Viernes Santo, se han hecho de nuevo presentes en esa ruta rectilínea que hoy va desde la Iglesia Mayor Parroquial hasta el Carmen para adentrar a La Isla en el tramo final de una Semana Santa muy diferente -eso desde luego- que mira ya a la Pascua del Resucitado. Es lo que tiene el Viernes, que se puede medir en metros a lo largo de la calle Real. 

Hoy de nuevo, como en el resto de jornadas de la Semana Santa isleña, se han echado de menos muchas cosas en este Viernes que debería haber amanecido junto a Nazareno por Capitanía y que la pandemia deja en las visitas a los templos, en las ofrendas de flores, en esas oraciones de los hermanos mirando a los ojos de sus titulares, en las horas santas y los vía crucis que rezan las hermandades para llenar esas horas de vacío en las que deberían estar con un cirio en la mano y, por supuesto, en los recuerdos de otros años de gloria que se estiran desde la tarde del Viernes Santo de 2018.

Sobre todo con la soleada y perfecta jornada que ha regalado la primavera después del reciente temporal de Levante, que ha brindado además el mejor día de todos. La añoranza se ha convertido en un sentimiento colectivo dominante en estos días tan especiales para San Fernando, qué se le va a hacer. 

Así que este Viernes es también un Viernes de conformidad cofrade, lo que no quita que tenga también sus grandes momentos. Dentro de los templos siempre se viven instantes inolvidables en Semana Santa. 

A primeras horas de la mañana, los hermanos de Nazareno se han congregado en la Iglesia Mayor para rezar una hora santa y poner el punto final a los actos previstos para suplir a otra madrugada truncada. Ha sido el comienzo de una jornada que ha seguido de la mano de la cofradía de la Soledad, que da apellido desde tiempos históricos al Viernes Santo isleño. 

La hermandad ha abierto las puertas de la Iglesia Mayor a las diez y media de la mañana y, tras una breve oración a los titulares, ha dado comienzo al acto de veneración extraordinaria. Y el trasiego de isleños ha sido constante desde entonces. Hasta se han vuelto a ver colas a las puertas del templo. 

Las imágenes de María Santísima de la Soledad y del Cristo de la Redención se exponen a los pies de su altar en un cuidado montaje extraordinario que evoca una de las imágenes más queridas del Viernes Santo: el traslado al sepulcro -con las imágenes secundarias de José de Arimatea y Nicodemo- y la estampa de la Virgen sola a los pies de la cruz. No hay Viernes que se precie en La Isla sin ese Stabat Mater dolorosajuxta crucem lacrymosa que está en el principio de toda la Semana Santa isleña

"Un año mas sentiremos la nostalgia de un día en el que pondremos punto y final a nuestra semana de pasión. Viviremos en el seno de nuestra hermandad un Viernes Santo diferente, mas íntimo y personal, donde los hermanos de esta hermandad volveremos a rememorar los momentos vividos durante este difícil año. En este día añoraremos las emociones de una Semana Santa que quedara para siempre de una forma u otra en nuestro recuerdo". Es el mensaje que la cofradía lanzaba a los suyos nada más comenzar una jornada que de antemano sabe que va a ser muy diferente. 

Aunque, eso sí, este Viernes Santo sin procesiones permitirá a la cofradía recuperar una antigua costumbre que llevaba 70 años sin celebrarse y que se remonta 180 años atrás en el tiempo, el denominado Sermón de la Soledad, que está previsto que se celebre esta tarde en la Iglesia Mayor. 

"Cuando no se celebraba la procesión del Viernes Santo, la hermandad organizaba un culto interno alternativo en el interior del templo, consistente en un sermón panegírico conocido como el Sermón de Soledad, y la interpretación de una pieza musical sacra alusiva a esta advocación mariana, principalmente el Stabat Mater", explica la hermandad. "Además, la salida procesional era siempre precedida o seguida de un sermón panegírico en honor de la imagen titular que tenía lugar en la iglesia parroquial: el famoso Sermón de Soledad de la tarde del Viernes Santo, ancestral costumbre religiosa isleña que se mantuvo hasta mediados del siglo XX". 

De los actos organizados por las hermandades en esta atípica Semana Santa es, desde luego, uno de los más inéditos. 

Justo al frente del altar de la Soledad -otra inaudita estampa de este Viernes y de esta Semana Santa insólita- se ha muestra a la veneración de los fieles desde primeras horas de la mañana a la imagen titular de la hermandad de Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos. La austera hermandad que habitualmente cierra el Viernes Santo con una salida procesional siempre diferente se ha hecho presente así en esta jornada que cerrará a la noche con el rezo de la Hora Santa. 

Y espectacular es también la imagen que muestra este Viernes Santo la hermandad de los Desamparados en la intimidad de su capilla de la plaza San José, donde sus titulares presiden un elaborado e insólito altar que echa mano de los respiraderos del palio y de los brazos de luz del misterio. 

El crucificado del Santísimo Cristo de la Sangre preside el conjunto con toda la fuerza que tiene la monumental talla de Berraquero y la imagen de María Santísima de los Desamparados, vestida de Viernes Santo, se ha colocado a sus pies para acercarse a los fieles. Es, sin duda, una de las grandes escenas del Viernes y uno de los grandes montajes de la Semana Santa. 

La afluencia de visitas en la capilla ha sido también continua desde que la hermandad ha abierto sus puertas esta mañana a las once. Y, por supuesto, no han faltado las ofrendas florales. Entre ellas, la que ha brindado a la cofradía la banda del Nazareno, que suele acompañarla cada Viernes Santo. Todo un detalle. A las 18.00 horas la cofradía congregará a sus hermanos en el rezo de una Hora Santa que coincidirá con el momento en el que al cofradía debería iniciar su recorrido subiendo la calle San José para asomarse al centro de La Isla. 

Los hermanos de Santo Entierro -otro apellido del Viernes Santo- han comenzado la jornada compartiendo el rezo de laudes con la congregación carmelita y, a mediodía, han llevado a cabo el rezo del vía crucis. Las imágenes del Santísimo Cristo Yacente y de María Santísima de la Soledad en su Mayor Dolor se han mostrado a los fieles que se han acercado a lo largo de toda la mañana en la sobriedad de su altar cotidiano, al que se le han retirado los cristales que tiene habitualmente para permitir una mayor cercanía. No obstante, la cofradía no ha recurrido en esta ocasión a ningún montaje extraordinario para esta jornada que continuará a la tarde. 

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