Diario Cofrade

Semana Santa en San Fernando: Ilusión de Martes Santo

  • Huerto evoca sus pasos procesionales con sendos altares en la Pastora en una Semana Santa que circunscribe las emociones al interior de los templos 

  • Los hermanos de Caridad se congregan en torno a los titulares en San Francisco en el gran día de la cofradía 

  • Hermanos y devotos hacen cola en el Parque para ver al Prendimiento 

Martes Santo en San Fernando

Una túnica del Huerto recién planchada, junto al característico capirote verde esperanza de la hermandad, la medalla y el rosario, se muestra junto al altar mayor de la parroquia de la Divina Pastora en este Martes Santo que deja de nuevo La Isla sin el latido de sus cofradías en la calle. Como si la hermandad estuviera a punto de echarse a la calle en unas horas, como si no pasara nada... La potente imagen que brinda el sencillo hábito penitente es toda una alegoría. Recuerda a los hermanos que ante todo son cofrades y, sobre todo, que es Martes Santo. A pesar de todo. Aunque no se pueda realizar la salida procesional por segundo año consecutivo, algo que, por cierto, jamás había ocurrido en los más de 75 años de historia de esta cofradía. Es Martes Santo. Y eso es algo que en esta jornada, una de las más cofrades, de las que más fuerza tiene en la Semana Santa isleña, está por encima de cualquier otra cosa. En el Huerto lo saben bien. 

La hermandad ha sido la primera en abrir las puertas de la iglesia para iniciar la jornada -otra más de esa 'nueva realidad' de la Semana Santa que se queda dentro de los templos- con unas oraciones a los titulares y ese simbólico gesto que ha sido encender la vela que ilumina la campaña Lágrimas de Vida, a favor de la donación de órganos. Los titulares de la popular cofradía se muestran en sus respectivos altares. Eso sí, con un montaje extraordinario a su alrededor que brinda una imagen insólita. 

A la Virgen de Gracia y Esperanza Coronada la ilumina toda su candelería encendida, como si estuviera en su paso de palio. A fin de cuentas, es el gran día. Y delante de la imagen de Jesús en su Sagrada Oración en el Huerto se han colocado los apóstoles durmientes que forman parte del misterio, los populares 'dormilones' que se muestran así a los pies del Señor. Se recrea así de un modo excepcional esta escena de la Pasión de un modo diferente al que habitualmente forma parte del conjunto ya que normalmente procesionan en la trasera del paso. Para el montaje, eso sí, se ha prescindido de la imagen del ángel confortador de Lastrucci que también forma parte del misterio pastoreño. 

Para el conjunto de los altares se han utilizado además los respiraderos de los pasos de los titulares, lo que contribuye a esa ilusión del Martes Santo en su doble sentido: la de la apariencia, porque muestra un reflejo de ese día que debería estar siendo pero que de nuevo se ha visto truncado por el virus; y la del entusiasmo, la del sueño, la de la esperanza... Que eso, ya se sabe, en esta hermandad nunca se pierde.  

En la otra parte del Martes Santo, la de San Francisco, los hermanos Caridad se han congregado en torno a sus titulares a media mañana para dar inicio con una jornada predestinada a vivirse en la intimidad del templo, aunque eso sí, cerquita de los titulares. "Al menos podemos estar junto a ellos", comentaba el hermano mayor, José Manuel Moreno Ortiz, a punto además de despedirse del cargo al terminar su mandato. Es la premisa que definirá la jornada para los hermanos de Caridad. Con una misa de hermanos -la que debería preceder a la salida procesional- han comenzado los actos en la castrense en este atípico Martes Santo y en esta extraña Semana Santa que ha dejado ver a las puertas de los templos largas colas de isleños. En la tarde del Lunes, por cierto, volvieron a verse. Y es que a pesar de todo hay ganas de cofradías. 

No hay calle en este Martes Santo que tantos hermanos de fila mueve desde hace ya varios años gracias a la pujanza y tirón de sus hermandades pero puede que haya más emoción que nunca dentro de los templos. Hoy se ha podido ver de nuevo en San Francisco. 

En su altar de siempre, la Virgen de la Caridad con el Cristo de la Salvación en sus brazos luce para la ocasión su manto de salida y la diadema de los hermanos Delgado, como si fuera a salir a la calle. 

Prendimiento, en la parroquia de San José Artesano, ha sido la última de la jornada al concentrar todos los actos que tenía previsto para este día en las franja horaria de la tarde. La hermandad ha abierto las puertas de la iglesia a las cinco y media, a la hora en la que su cortejo de penitentes debería estar avanzando por la calle García de la Herrán.

La alcaldesa, Patricia Cavada, acompañada por el párroco, Lázaro Albar, y por el hermano mayor de la hermandad, Rafael Ponce, se ha encargado de un modo simbólico de abrir las puertas del templo antes de proceder a la habitual ofrenda floral.

Afuera, una larga cola de fieles y devotos aguardaba ya desde minutos antes para poder entrar a ver a Jesús del Prendimiento y a María Santísima del Buen Fin en una de las tardes predilectas de la Semana Santa.

No ha habido montajes extraordinarios en el Parque. Las imágenes titulares de Prendimiento se han quedado en su altar habitual, que no obstante ha mostrado algunos detalles que han recordado que a pesar de todo se trataba de un Martes Santo. Extraño, pero Martes Santo al fin y al cabo.

El Cristo luce así su túnica bordada de salida mientras los fieles y devotos hacen cola para acudir a su encuentro.

Nada más abrir el acto de veneración con unos rezos dirigidos a los titulares, la cofradía ha recibido también las ofrendas florales de las otras dos hermandades del día. 

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