Semana Santa en San Fernando | El Perdón

Un estreno de lo más cofrade en un día de dudas

  • El Perdón emprende su salida confiando en la tregua 

  • Tras hacer acto de presencia la lluvia a la noche apresuró su vuelta a la Casería

Salida de El Perdón de San Fernando.

La otra cara de la moneda del Jueves Santo isleño se vivió en La Casería y con apenas una hora de diferencia con respecto a las Tres Caídas. La junta de gobierno de la hermandad del Perdón decidió en torno a las dos de la tarde echarse a la calle y cumplir con su salida procesional tal y como estaba planteada: de entrada, sin variar el horario y sin recortar el recorrido.

Confiaban en la tregua que daban los últimos partes de tiempo, que retrasaban hasta la noche la probabilidad de lluvia. Y lo cierto es que a la hora de la salida sobre La Casería se extendía un cielo azul completamente despejado que arropó el estreno de una tarde que, en esos momentos, ofrecía un aspecto inmejorable.

Llegada la noche –y tras hacer acto de presencia la lluvia durante unos minutos– optó por abrir el compás para acelerar su regreso al barrio e incluso modificó algunas calles a su recogida.

La salida, no obstante, fue un gran momento cofrade: las capas blancas de los hermanos mientras avanzaban por la calle Magallanes, esas marchas de cornetas y tambores que tanto suenan al Perdón y al Jueves Santo, el magnífico paso dorado que la hermandad estrenó allá por los 90 brillando en la tarde, azoteas y balcones repletos...

La cofradía brindó una apertura inmejorable para este Jueves Santo que estuvo rodeado en todo momento de incertidumbres y marcado inevitablemente por el peso que para las juntas de gobierno entraña siempre la complicada decisión de echarse a la calle o no, arriesgar o ser prudente, acertar o no... En La Casería, a pesar del momento glorioso que se vivió en el momento de la salida, la cofradía mantuvo sus recelos en todo momento.

En una tarde como la que ayer les tocó lidiar a las hermandades del día nada es blanco o negro, como el hábito de los nazarenos del Perdón. Tras el preceptivo rezo, el hermano mayor, Iván Baliña, se dirigió a los hermanos antes de salir para pedirles tranquilidad en el que caso de que tuvieran que vérselas con la lluvia en algún momento de su largo recorrido hasta el centro de La Isla. Acto seguido se abrieron las puertas laterales de la parroquia de la Inmaculada para que el cortejo se pusiera en marcha.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios