Semana Santa en San Fernando | Martes Santo

Caridad rebosa belleza y elegancia

  • La hermandad de San Francisco vuelve a conquistar el corazón de los isleños en su recorrido por las calles de la ciudad 

  • El discurrir de la hermandad se realiza sin incidentes

Salida de la hermandad de Caridad. / ROMÁN RÍOS

Caridad es San Francisco, calle Comedias, Siete Revueltas y, desde ayer, calles de la ciudad como la nueva de Menorca, Lezo o San Bruno. Pero Caridad llega a su gente de manera especial y con todo el cariño del mundo en Lope de Vega, en su calle Comedias, donde La Isla revive año tras año, una tradición.

Ni siquiera la bajada de temperaturas -tan brusca y notoria con la llegada de la noche- impidió que Caridad por su barrio estuviese esplendorosa y que se dejaran notar las dosis de cariño que las calles adyacentes a San Francisco profesan a su Virgen de Martes Santo.

La tarde comenzó de manera brillante para la cofradía. El paso que porta a los titulares de la misma sigue, paso a paso, engrandeciéndose y aunque a la hermandad le está costando un trabajo indecible la realización del mismo, no cabe la menor duda de que por año que pasa el trono se va convirtiendo en una auténtica joya digna de admirar.

Su salida y su paso por la parte de atrás de la Carrera Oficial para desembocar en ella coincidió con el momento más álgido de la jornada y miles de isleños pudieron deleitarse con el paso de una hermandad que andaba sobria y ordenada y un paso que, con la misma sobriedad, marchaba a los sones de las marchas de la banda de música Maestro Agripino Lozano que no se cansaba de tocar.

La Caridad lucía un corazón pectoral realizado en metal plateado y nácar con un original diseño de rayos flamígeros donado por el grupo joven de la hermandad y el paso estrenaba la terminación de todas las capillas del canasto.

Con su discurrir, la Virgen de la Caridad y el Cristo de la Salvación llegaron a su barrio y tras pasar por las Siete Revueltas la cofradía subió Héroes del Baleares para desembocar –como novedad este año– en la calle Menorca y conectar, de esta forma, con la plaza Rodríguez Arias. Se eliminó, de esta forma, su paso por la calle San Marcos para recogerse más con sus devotos en un barrio que adora a esta cofradía.Se cerró la noche.

Al igual que en las otras dos hermandades, se cerraba una noche traducida en sentimientos, en momentos vividos con especial devoción en una Semana Santa que prosigue su curso.

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