El Lunes Santo es una jornada de barrios, de grandes corporaciones y de contrastes en la Semana Santa de Cádiz. En ella, se puede pasar de la enorme devoción que profesa el barrio de La Viña a su Cristo de la Misericordia y su Virgen de las Penas al profundo recogimiento de una hermandad de negro y clásica como la Vera Cruz. Dos imágenes distintas de una jornada con mucho brillo que se ha notado en la animosidad de las calles durante esta mañana para visitar los templos de tres puntos de la ciudad.

El lugar más concurrido, como suele ser habitual, ha sido la iglesia de La Palma, en donde todo el barrio de La Viña ha salido en busca de su hermandad en su día grande. Desde las 10.30 horas, momento en el que se han abierto las puertas del templo viñero, las colas han sido constantes para contemplar a los titulares de la archicofradía. En algunos momentos, las filas de hermanos y devotos han llegado hasta la calle San Nicolás ya que nadie, a pesar del coronavirus y de no haber procesiones en las calles, quería faltar a su cita anual con el Cristo de la Misericordia y la Virgen de las Penas. 

En el centro de la iglesia, impone la presencia del precioso crucificado sobre un monte de flores, que ha sido donado por devotos de la corporación viñera, con su madre a sus pies ante las puertas del templo. Por delante de ellos, los hermanos fueron pasando poco a poco en una mañana concurrida. Incluso, hubo lugar para una saeta, que fue interpretada por Manoli del Amo Puyana, hermana de la archicofradía. Por la tarde, a las 17 horas, celebrará su estación penitencial.

El otro barrio que también vive con fe el Lunes Santo es el del Mentidero. Aunque esta jornada, al no haber procesiones, es muy diferente para los hermanos del Prendimiento, ya que la están viviendo en su sede canónica de la capilla del Beato Diego José de Cádiz, en la calle Bendición de Dios, en vez de en la cercana iglesia del Carmen, lugar desde donde realiza su salida procesional. Esto hace que el día sea especial. 

Las reducidas dimensiones del templo del Mentidero han hecho que el imponente misterio no se haya podido montar al completo. Aun así, los hermanos que lo han visitado han podido contemplar las imágenes de Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento, acompañado por San Pedro, y la Virgen del Patrocinio. A sus pies, unas velas han sustituido las peticiones que realizan los hermanos en el besamanos. La capilla estará abierta en horario de mañana y tarde, mientras que la estación penitencial se celebrará a las 18.30 horas.

El otro punto neurálgico es la plaza de San Francisco, de cuya iglesia salen las cofradías del Nazareno del Amor y Vera Cruz, dos estilos muy diferentes que dan riqueza a este Lunes Santo. La amplitud del convento franciscano ha permitido que no se produjeran grandes colas, aunque sí ha habido mucho ambiente por la visita de multitud de cofrades para ver las imágenes de ambas corporaciones. 

Respecto al Nazareno del Amor, la corporación ha intentado recrear la escena que representa este paso con Simón de Cirene ayudando al Señor a llevar la cruz al Monte Calvario. Por su parte, Nuestra Señora de la Esperanza estrenaba su nueva saya. Los hermanos están citados a las 16.30 horas para celebrar su estación de penitencia.

El Cristo de la Vera Cruz ha presentado una imagen particular al estar reposado sobre los respiraderos de su antiguo paso, que fue sustituido por la actual joya de Antonio Martín que se estrenó en 1993. A las 19.30 horas tendrá lugar el acto penitencial en el que participarán los hermanos de esta corporación de negro.

Durante toda la jornada, el alcalde de Cádiz, José María González, y los concejales Paco Cano y Lola Cazalilla han estado visitando todas las hermandades de la jornada para conocer cómo están viviendo este peculiar Lunes Santo.