Diario Cofrade

Semana Santa en Cádiz: Mantener la llama encendida

  • Se celebran nuevos cultos, se multiplican los montajes, se atienden con preocupación las redes sociales... las cofradías abren nuevos caminos para mantener la intensidad de su labor entre tantas limitaciones en medio de la pandemia

Distintos altares que ha instalado la cofradía del Ecce-Homo esta Cuaresma de 2021

Distintos altares que ha instalado la cofradía del Ecce-Homo esta Cuaresma de 2021

No hay procesión, pero quedan los otros 364 días del año; no saldrán los cortejos, pero se mantienen los triduos, quinarios y novenas; no puede besarse a las imágenes, pero en su lugar ha nacido el palabro ‘veneración’ para compensar estas tradicionales ceremonias cuyo origen, de hecho, puede estar en Cádiz. Han perdido la calle, y ya van dos años; pero la vida sigue en el interior de las iglesias y en las casas de hermandad. Las cofradías han visto cómo de la noche a la mañana han tenido que modificar su funcionamiento, sus estructuras, sus vías de celebración; la pandemia ha obligado a abrir nuevos caminos y a poner la atención en aquello que antes era simple anécdota. Y es que el virus ha impuesto un confinamiento que dejó cerradas las casas de hermandad durante meses, obliga a reunirse sólo de manera telemática, impide los montajes en horario nocturno, cuando los cofrades han terminado sus trabajos y obligaciones y entonces atienden a sus hermandades; no permite los ensayos de cuadrillas ni de bandas… Y ante todo esto, hay que reinventarse, hay que esforzarse, hay que responder; porque de lo contrario, llegará el pesimismo, la inactividad, el desapego y, por qué no decirlo, la postración.

Por todo ello, la reacción de buena parte de las hermandades (por no decir todas) ha sido la de intensificar la actividad, pese a todos los condicionantes. Y esta Cuaresma ha sido ejemplo de ello en muchos casos. “Yo creo que he trabajado más esta Cuaresma que las anteriores”, afirma de hecho el mayordomo de La Cena, Jaime Álvarez.

Más cultos

En Santo Domingo apostaron por elaborar una intensa programación en la que han ido de la mano los dominicos, La Cena y las Cigarreras. “Nosotros pretendíamos mantener el culto normal dentro de las posibilidades que imperase y las circunstancias que rodeasen; pero revestir la Cuaresma de normalidad. Y siguiendo además indicaciones del Consejo de Hermandades para engrandecer los actos, configuramos en unión a la casa y a la hermandad de Cigarreras un programa que nos tuviera ocupados todas las semanas para llegar así a nuestros hermanos, a los fieles de Santo Domingo y al público en general”, explica Álvarez.

Es de este modo como la corporación del Domingo de Ramos ha celebrado esta Cuaresma actos y cultos que no son habituales. Como el vía crucis que presidió el Señor del Milagro, “lo que no ocurría desde que presidió en la Catedral el vía crucis general de hermandades y que ha sido una experiencia que ha gustado bastante”; o la veneración de la Reina de Todos los Santos; o las conferencias que han desarrollado, “especialmente la de García Mercado, que estuvo francamente bien definiendo cómo el misterio de La Cena sigue siendo actual, a diferencia del resto de misterios de la Pasión”.

El misterio de La Cena, este Domingo de Ramos. El misterio de La Cena, este Domingo de Ramos.

El misterio de La Cena, este Domingo de Ramos. / Jesús Marín

Llegados al Domingo de Ramos, en la hermandad de La Cena están satisfechos con el trabajo realizado y los frutos recogidos. “Yo creo que se han cumplido las expectativas que nos marcábamos”. “Nosotros somos una hermandad que movemos pocos hermanos, pero sí hemos visto un pequeño aumento de hermanos respecto a años anteriores; la conferencia de García Mercado nos sorprendió que fuéramos tantos; el Viernes de Dolores fue tremenda la cantidad de gente que se acercó a Santo Domingo… Queríamos acercar los titulares a los hermanos y al pueblo en general, y creo que lo hemos conseguido; nos propusimos tener una actividad fuerte esta Cuaresma, y lo hemos conseguido”, valora Jaime Álvarez.

Contacto con las imágenes

Algo similar ha ocurrido en Servitas, donde la Cuaresma se ha vivido también de manera especialmente intensa. De entrada, la Virgen de los Dolores ha estado bajo su camarín todo este tiempo, y la capilla de la orden seglar ha estado abierta a diario, propiciando un contacto cercano y constante de sus devotos y de los gaditanos en general. La capilla de Sagasta se ha convertido en oratorio al que recurrir en cualquier momento de cualquier mañana. “La idea surgió preparando la Cuaresma. Se planteó bajar a la Virgen el Miércoles de Ceniza, como se hizo en el inicio de los actos de la coronación hace diez años”, avanza el mayordomo de Servitas, Ramón Fernández, que señala la labor que ha hecho la corporación con los hermanos para facilitar su acercamiento a la Dolorosa. “Se les llamaba y avisaba de que la Virgen estaba abajo, a la veneración; y fuimos flexibles con los impedimentos de horario y demás cuestiones que pudieran surgir. Si un hermano decía que no podía ir hasta que saliera de trabajar, lo esperábamos o le abríamos especialmente a la hora que podía”, cuenta.

La Virgen de los Dolores de Servitas, en el altar mayor de San Lorenzo. La Virgen de los Dolores de Servitas, en el altar mayor de San Lorenzo.

La Virgen de los Dolores de Servitas, en el altar mayor de San Lorenzo.

La experiencia de esos días fue tan positiva, que el párroco de San Lorenzo propuso que la Dolorosa quedara allí toda la Cuaresma. Y así ha sido. “Hemos notado bastante la afluencia de hermanos, y los devotos también vienen más. Como Chari, por ponerte un ejemplo, que es una devota que vive en Loreto y que sólo venía una o dos veces al año; pues esta Cuaresma ha venido como mínimo una o dos veces a la semana. Y me decía: “Con el tiempo que me queda de vida, tengo que aprovechar y ver a la Virgen todo lo que pueda”. Solo por eso merece la pena”, explica el mayordomo, que también valora cómo la respuesta de los hermanos ha permitido, por ejemplo, “sufragar los gastos de flores y cera que no estaban previstos en un principio, ampliar la campaña de recogida de alimentos para las personas sin hogar, que nunca se ha recogido tanto como este año, o montar un aparato para los cultos que hacía años que no se colocaba”.

El WhatsApp

Este aumento de cultos, apertura de iglesias e intensidad general de las hermandades tiene también un segundo capítulo en los medios de comunicación actuales, en las posibilidades tecnológicas de llevar la vida de las cofradías a aquellos hermanos que no pueden vivirla en persona, especialmente en el escenario actual de limitaciones a la movilidad, al aforo o a la distancia entre personas. El capataz Antonio Ramírez, por ejemplo, mantiene viva la llama de sus dos cuadrillas de cargadores (la de Dolores del Nazareno y la de Soledad de Vera-Cruz) gracias a la aplicación WhatsApp. Cada cuadrilla tiene un grupo, y en cada grupo “se habla a diario para no perder el contacto”. “Hablamos de todo: desde el que tiene una carnicería y expone las ofertas o los productos que vende, hasta el que ha sido padre, el que le han dado un premio, de los problemas de uno y de otro… Y también de cofradías, por supuesto, porque en los grupos volcamos la información de lo que acontece en la hermandad”, explica el capataz, que ha encontrado en este vehículo al alcance de cualquier teléfono móvil el contacto permanente con sus hombres. Ochenta y tantos en Dolores; más de cien en Soledad.

“Es imposible reunir a la gente, y el WhatsApp nos permite un contacto que si no, no existiría”, afirma Ramírez. Un contacto, además, que mantiene a las cuadrillas unidas “en las alegrías y en las penas”. “Hoy mismo (por el viernes pasado) le ha dado un derrame cerebral a Luis Alhambra, manigueta de Dolores desde hace muchos años; todos nos hemos enterado por el WhatsApp, rezamos por él y la mujer nos va contando”, explica como ejemplo claro de que esta vía tecnológica “nos tiene unidos en este tiempo, y a mí me está sirviendo mucho”.

Las redes sociales

Ante la imposibilidad de tener en uso esta aplicación telefónica para centenares de hermanos, está también el recurso de las redes sociales; otro vehículo al que están teniendo que prestar especial atención las hermandades para mantener viva la llama. Expiración es una de las más activas en redes, y de las primeras en contar con una comisión específica de gestión de estas herramientas. Paula Nieto es su responsable, y cuenta cómo en la Cuaresma del pasado año, cuando llega el confinamiento, “empezamos a trabajar en el triduo virtual que retransmitimos por Youtube y vimos que las redes sociales no tenían orden”. Así que con la nueva junta que fue elegida en cabildo el pasado septiembre “se crea una comisión TIC, un grupo en el que todos aportamos y en el que hemos ordenado los contenidos”.

Así ha surgido un programa en el que cada día de la semana la cofradía ofrece un contenido distinto en las redes sociales: formación, la tienda de recuerdo, un momento del Viernes Santo. “Los martes, por ejemplo, estamos contando la historia de la hermandad para llevársela a los hermanos. Y ahora hemos puesto en marcha un trivial cofrade de la hermandad los sábados”, cuenta Paula, convencida de que estas herramientas “son muy útiles” en el momento actual. “La casa de hermandad no puede usarse, no es fácil vernos, así que las redes son muy necesarias. Nosotros además procuramos que los hermanos escriban y participen, y la verdad es que hay mucho feed back de los hermanos, y también de los cofrades”, señala esta joven cofrade que incluso ha recibido formación específica en algunas de las herramientas tecnológicas para procurar el mejor uso posible de este vehículo que en el caso de Expiración ya llega a 2.750 seguidores en Twitter o 1.340 en Instagram.

La televisión

Los medios de comunicación profesionales también están apostando por mantener viva la llama de la Semana Santa, y en un año sin procesiones en la calle han querido tener programación especial. Como es el caso de Onda Cádiz, que desde el Viernes de Dolores emite un especial de Semana Santa de ocho de la tarde a once de la noche. “La dirección de la casa ha apostado por seguir en Semana Santa la tónica de lo que ya se hizo en Carnaval, una fórmula similar para las dos fiestas: un programa en directo de tres horas de duración que sirva para mantener la celebración presente”, explica la periodista Mayte Huguet. Y con ese objetivo “queremos tener en el programa a todas las hermandades para que nos cuenten cómo ha sido el año y cómo están viviendo el día en que deberían salir a la calle”.

Mayte Huguet entrevista al hermano mayor de La Cena durante el programa especial de Semana Santa de Onda Cádiz Televisión. Mayte Huguet entrevista al hermano mayor de La Cena durante el programa especial de Semana Santa de Onda Cádiz Televisión.

Mayte Huguet entrevista al hermano mayor de La Cena durante el programa especial de Semana Santa de Onda Cádiz Televisión.

En esta línea, Huguet lo tiene claro: “Tenemos que seguir manteniendo viva la llama. Los cofrades tenemos la ilusión de que vuelva la Semana Santa, y necesitamos ver imágenes de ella. Y nosotros como periodistas creo que también tenemos que contar que aunque no hay procesiones en la calle, sí hay Semana Santa en las iglesias, que las cofradías siguen vivas, que se mantiene la ilusión por ver a las imágenes devocionales, aunque sea en sus altares”. “Creo que un programa especial, como por el que ha apostado Onda Cádiz y además en directo, era necesario. Después de un año en blanco había que sentir de nuevo la Semana Santa”, concluye.

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