Cofradías de Cádiz

Santo Entierro vuelve su mirada al pasado

  • La cofradía recupera una proclama de principios del XX y un ejercicio del siglo XIX para el triduo de Soledad

Proclama de los cultos del Santo Entierro, tomada de principios del siglo XX.

Proclama de los cultos del Santo Entierro, tomada de principios del siglo XX.

Mirar hacia atrás para recuperar lo que fue una gran hermandad. Ese es el objetivo que se ha marcado la nueva junta de gobierno de Santo Entierro, que celebra estos días sus primeros cultos desde que tomaron posesión de sus cargos. El besapié de este viernes al Cristo yacente –durante todo el día en la capilla de Soledad de la parroquia de Santa Cruz– y el triduo de la próxima semana a la Virgen de la Soledad servirán para recuperar detalles y hechos que formaron parte de la cofradía durante la segunda mitad del siglo XIX y primeros años del XX y que quieren recuperarse en busca de un nuevo esplendor.

El primer símbolo recuperado es el de la proclama de los cultos que se diseñó a principios del pasado siglo y que sirvió también como patente de hermano (una especie de certificado que acredita la pertenencia a la hermandad). En la proclama aparecen fotografías de la Dolorosa, con manos entrelazadas y vestida con el característico terno de perlas, y de la urna del Cristo yacente, con sus característicos faldones, durante su estancia en la iglesia de San Agustín (hecho que ocurrió entre 1905 y 1926).

Además de esta proclama, la cofradía va a recuperar para el triduo de Soledad un ejercicio que remonta su redacción a la primera mitad del siglo XIX y que se ha recuperado para rezarse cada día del triduo entre el rosario y el inicio de la eucaristía.

El hermano mayor de la cofradía, Fernando Díaz, ha explicado que en estas recuperaciones históricas viene trabajando una comisión que tiene como objetivo “recuperar la esencia de la cofradía”. “Su labor es complicada, porque a pesar de contar con 426 años de historia se conservan muy pocas cosas; pero la comisión está investigando y buscando, principalmente para realzar los cultos de nuestros titulares, que consideramos que era algo necesario”, señala Díaz, que apunta que de cara al futuro “se está trabajando en muchas cosas” en esta línea de recuperación histórica del Santo Entierro.

Nueva sede social

En otro orden de cosas, la hermandad del Santo Entierro ha estrenado nueva sede social, situada en la plaza Jesús Nazareno. Se trata de un local de 123 metros cuadrados “y en muy buenas condiciones para la conservación de nuestros enseres y la vida de hermandad que se pretende potenciar”, señala Fernando Díaz, que ya se marcó en el proceso de elecciones el objetivo de dotar a la cofradía de una casa de hermandad más idónea que la que hasta ahora ocupaban en la calle Sopranis.

Esta mejora se une a la del paso de Soledad, almacenado en un local exclusivo desde hace semanas para procurar una mejor conservación.

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