Diario Cofrade

Humildad cierra el día con elegancia

  • Recuerdo para cargadores ausentes en ambos pasos

  • Sonó Amarguras' en los primeros andares del palio

A tiro de piedra tenía la cofradía de Humildad y Paciencia el inicio de la nueva carrera oficial y en pocos minutos se plantaba la cruz de guía en el sitio de referencia, probatura de este año para la Semana Santa de Cádiz. Antes, en la iglesia de San Agustín se vivían los rituales de cada Domingo de Ramos. Los rostros, los guiños, los abrazos, las lágrimas, los rezos... Las redes sociales habían ayudado a que los hermanos conocieran que la salida procesional se iba retrasar una hora. Así lo reconocía el hermano mayor, David García. La junta de gobierno contaba con partes meteorológicos que apenas anunciaban lluvia. "Quizás una nube puede fastidiar un poco, según nos dicen", comentaba García. Muy cerca, el prior de Servitas, Rafael Guerrero, se preparaba para procesionar con cirio en la última sección de la Virgen.

En la cuadrilla del paso de Cristo echaban de menos a uno de los contracapataces, Sergio Rodríguez, a la vez que hermano mayor de la cofradía de Columna. Sus obligaciones como militar destinado fuera de España le impedían estar ayer. Ya en la calle, la primera levantá de la cuadrilla comandada por Paco Álvarez se dedicaba a una niña pequeña hermana de Columna que había sido intervenida quirúrgicamente de manera urgente. Ante los pasos, abrazo de los capataces: Paco Álvarez con Juan Manuel Manzano 'El Chato'. Éste último lamentaba a ausencia de tres de sus cargadores: Sebastián Lores, Hipólito Olozábal y Agustín Pérez Carrascosa.

Estaba próximo el momento que se espera todo un año. El sacerdote agustino Julián Fernández se encomendaba a los Titulares de la hermandad antes de dirigir los preceptivos rezos. En la calle, el paso de misterio iniciaba su marcha a los sones de la marcha Consolación y Lágrimas, interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas. El palio con la imagen de Nuestra Señora de la Amargura andaba por San Agustín con Amarguras de Font de Anta. En media hora se puso el cortejo en la calle. Humildad y Paciencia se disponía a cerrar el Domingo de Ramos.

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