Aunque el arte del escaparatismo en El Puerto no está muy desarrollado, hay algunos negocios que lo cultivan con primor. De esta forma, todos los años cuando llega el tiempo de Cuaresma, la Ferretería San Marcos, en la Avenida de Menesteo, 10, transforma su escaparate en un catálogo de objetos artesanales de Semana Santa, entre los que destacan desde penitentes de cartón hechos a mano, pasos en miniatura, figuras de Cristo, cuadros, incensarios, libros de recortables para niños, medallas de hermandades de la ciudad, y otros objetos que reflejan la pasión hacia esta festividad religiosa y el mundo que la rodea. Los artífices de esta exposición cofrade son Rafael Vital Sena, de 30 años, y su novia, Bárbara Cristo, licenciada en Bellas Artes, que realizan a mano la mayor parte de los objetos que se pueden ver en la tienda, perfeccionando técnicas de elaboración que han pasado de padres a hijos y de abuelos a nietos.

El joven Rafael Vital trabaja en la ferretería, y es nieto del antiguo dueño de la conocida Ferretería la Plaza, Rafael Vital Guillén, que fue mayordomo de El Nazareno. De esta forma, por tradición familiar pertenece a la hermandad de su abuelo; con 8 años llegó a salir vestido de costalero bajo el manto de la Virgen de los Dolores; y por cercanía geográfica del comercio donde trabaja, a la cofradía de La Borriquita y al Resucitado. También es percusionista en la banda de Música Maestro Dueñas, a la que pertenece igualmente su pareja.

En estas fechas, la ferretería San Marcos reserva un espacio para este museo artesano y familiar de Semana Santa, y pasan por allí muchos curiosos y amistades, grandes aficionados también a la Semana Mayor, surgiendo improvisadas tertulias en las que comparten experiencias de una tradición y una pasión común.