Oficialmente, las obras del tranvía en San Fernando no están paradas. Pero hace semanas que no se ve a nadie trabajando en la calle Real. Tanto, como para alertar a los vecinos. Tanto, como para preocupar al Ayuntamiento.

Ni en el entorno de la Venta de Vargas ni en el nudo de La Ardila y sus proximidades -los dos focos principales de la obra desde el pasado verano- se registra la actividad propia de una obra de estas características. Apenas se aprecian algunos movimiento, se ven a un par de operarios que repasan alguna faena... Poco más. Y así desde finales del pasado mes de septiembre. De hecho, especialmente en la zona de la Venta de Vargas, los trabajos se aceleraron a finales de verano ante la proximidad de la festividad del 24 de Septiembre. Y días antes de la conmemoración, la Delegación Provincial de Obras Públicas, aprovechó para estrenar el primer tramo de alumbrado público en el centro de La Isla, las famosas -y no exentas de polémica- farolas-catenarias.

Pero luego, el ritmo decayó hasta dejar prácticamente paralizada la obra del tranvía en su totalidad. Y eso ha preocupado tanto al movimiento vecinal, que ayer lanzó la voz de alarma ante los escasos avances que la actuación ha registrado en las últimas semanas, como al equipo de gobierno.

El delegado general del área de Urbanismo y concejal encargado de la coordinación de las obras del tranvía, el andalucista Manuel Prado, confesó a este periódico la preocupación del Gobierno municipal ante la situación. Tanto es así, que el Ayuntamiento se había puesto en contacto con la Delegación Provincial de Obras Públicas y Transportes para preguntar por la paralización de las obras. "Oficialmente, la actuación no está parada -explicó-. No tenemos constancia de que se hayan parado, hemos preguntado a Obras Públicas y nos asegura que no hay ningún problema, que han surgido algunos inconvenientes, pero ya están solucionados". Así, que el equipo de gobierno espera -confía- que los trabajos puedan reanudarse en cuestión de apenas unos días para recuperar la marcha habitual de la actuación.

Con todo, las semanas de inactividad que acumula la obra perjudicarán a los plazos para la terminación completa de la calle Real y sus nudos de comunicaciones de La Ardila y de la Venta de Vargas, prevista para finales de año. El propio delegado de Urbanismo reconoció ayer la dificultad de cumplir con este calendario después de que la obra lleve varias semanas parada.

También ayer la federación de asociaciones de vecinos Isla de León denunció la situación de parálisis de la obra del tranvía desde hace ya varias semanas y afirmó que, en varias ocasiones, habían solicitado una reunión a los responsables de Obras Públicas para que se les informara de lo que ocurría sin conseguir que este encuentro se convocara.

El movimiento vecinal no ocultó ayer su malestar ante una situación que calificó de "lamentable". "Nadie sale al paso para explicara los ciudadanos los problemas que puedan existir con esta paralización", afirmaron.

La situación de provisionalidad en la que ha quedado la calle Real al interrumpirse la marcha de las obras resulta además peligrosa para conductores y peatones, según denunciaron ayer los responsables de la federación Isla de León. Así, tanto en el entorno de la Venta de Vargas como en el tramo que discurre entre la calle Santo Entierro (Callejón Nuevo) y la rotonda de Felipe V, el espacio que queda disponible para la circulación de vehículos es bastante reducido, por lo que -aseguran los vecinos- "existe un evidente riesgo de atropello".

Pero la federación de asociaciones de vecinos advirtió también de las graves consecuencias que la paralización de la obra está generando en la actividad comercial, en la lamentable imagen de ciudad en obras que se ofrece sin que, por otro lado, avancen los trabajos, una situación que -pronostican- se agravará en invierno con las lluvias.

La Delegación Provincial de Obras Públicas, por otro lado, rechazó ayer que las obras del tranvía en San Fernando estuvieran paralizadas, aunque reconoció que el ritmo de la actuación en marcha había disminuido. Una circunstancia completamente normal, según afirmaron fuentes de esta administración, si se tiene en cuenta que el proyecto se encuentra ya en sus fases finales, está a punto de terminar.

Se actúa -sostiene Obras Públicas- en actuaciones más concretas, por lo que no se aprecia el despliegue de operarios y efectivos que hasta ahora se ha visto con el proyecto del tranvía. La programación, asegura Obras Públicas, se cumple y las obras no acumulan retrasos.