San Fernando

La solidaridad crece, la necesidad también

  • Las donaciones de víveres, productos de higiene o juguetes se multiplican Las entidades reconocen la generosidad ciudadana, pero advierten del alto número de familias en problemas

La época navideña siempre ha estado ligada a la solidaridad y generosidad, que se han multiplicado estos años a causa de la crisis. "Es impresionante. La gente es muy generosa, sobre todo la gente de a pie, sencilla", comenta José Manuel, que trabaja en el comedor social El Pan Nuestro. La entidad recibe estas semanas donaciones de asociaciones, colegios, colectivos y particulares que llenan la despensa del lugar. Las Cáritas parroquiales también emprenden su habitual campaña, con la recogida por las casas de las barriadas. Pero la actividad solidaria no se centra sólo en víveres, también se recauda dinero o productos de higiene.

Desde la Delegación de Juventud el jueves se hizo entrega de un cargamento que incluía productos específicos para bebé, que los isleños habían entregado en dos espectáculos organizados en el Teatro de Las Cortes. Cáritas, el comedor y el albergue de San Vicente de Paúl fueron los receptores. También ellos se beneficiaron de los alimentos y dinero recaudados en la zambomba del PA.

"El almacén se ha llenado y ya se está vaciando, con las comidas diarias pero también con las bolsas extraordinarias que dieron para Navidad y Año Nuevo", asegura la presidenta de El Pan Nuestro, Rosa Giner. Principalmente, son alimentos no perecederos: arroces, pastas o legumbres que permiten a la cocina poner ollas tras ollas todos los días para atender la demanda de quienes acuden a las instalaciones para comer allí, pero también de familias isleñas que se acercan por la comida. "El comedor hace el gasto en el segundo plato, y en la fruta, aunque a veces éstas nos llegan del Banco de Alimentos", apunta Carmen una de las cocineras. Efectivamente, para el segundo plato se hace un desembolso, aunque también cuentan con los productos que los particulares entregan en las dependencias de Fadricas. "Estas fechas hemos tenido la campaña del puchero", recuerda Rosa Giner.

Desconocen aún para cuánto tiempo podrán abastecerse con lo recogido en estas semanas, porque las aportaciones para cubrir las necesidades deben ser constantes. También las Cáritas tienen una actividad solidaria extra en estas épocas, cuando la gente se vuelca, reconoce el arcipreste de la ciudad, Alfonso Gutiérrez Estudillo, también delegado de Cáritas diocesana. "La gente está concienciada y estas campañas salen bien. En mi parroquia se hizo el recorrido por la barriada y se recibieron las donaciones de los particulares", cuenta. Aunque la concienciación es mayor, el arcipreste advierte de que también es mayor la necesidad que tienen las familias de La Isla. "Antes era un colchón y se tiraba muchos meses. Ahora puede que se llegue a dos meses no más porque se ayuda a muchas más personas", deja claro.

Pero el trabajo benéfico también se encamina en estas fechas a conseguir juguetes para las familias con pocos recursos que no pueden comprar regalos para sus hijos. Algunas entidades lo hacen para su propia campaña. Otras entregan todo a la Asociación de Reyes Magos que cada año amplia sus previsiones. La Federación de Vecinos informaba, por ejemplo, de la entrega de las donaciones obtenidas después del llamamiento para esta causa al movimiento vecinal de la ciudad.

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