San Fernando

El reloj de la Iglesia Mayor vuelve a marcar la hora

  • Se ha llevado varios meses parado por falta de mantenimiento

  • Ahora, el relojero Francisco José García Hurtado lo ha vuelto a poner en marcha

El reloj de la Iglesia Mayor vuelve a dar la hora.Tras varios meses parado por falta de mantenimiento ha vuelto a ponerse en marcha hace unos días para satisfacción de los vecinos del centro. Lo ha hecho además con apenas unas semanas de diferencia del otro gran reloj de La Isla, que es el del Ayuntamiento. Y con vistas, claro está, a una Semana Santa que inevitablemente mide sus horas mirando al reloj del principal templo de San Fernando. El próximo Viernes Santo, a las dos de la madrugada, volverá a cumplir con la tradición al marcar la hora para que la hermandad de Jesús Nazareno se reecuentre con los isleños en la calle.

De volver a poner en marcha el reloj de la Iglesia Mayor, curiosamente, se ha encargado el mismo profesional que ha intervenido en el Ayuntamiento: Francisco José García Hurtado (La Casa del Relojero). Lo ha hecho desinteresadamente. "Un día el párroco pidió ayuda en misa para ver si alguien podía colaborar", explica. El reloj llevaba ya algún tiempo parado porque carecía de mantenimiento y, aunque no lo parezca, muchos isleños lo echaban en falta al pasar cada día por delante de la iglesia.

El mensaje no tardó en llegar hasta sus oídos: su tienda se sitúa en la calle Rosario, muy cerca de la Iglesia Mayor, y podría decirse que comparte parroquianos con el templo. No pudo evitarlo. Estas piezas antiguas son la gran debilidad de este relojero. Aunque también admite que de alguna manera sentía que estaba en deuda con la ciudad, que tenía que hacer algo por ella. "Llevo ocho años aquí, con la tienda, y SanFernando no me ha tratado nada mal. Era, en cierta forma, una manera de corresponder con la ciudad", apunta.

El relojero Francisco José García, con la maquinaria del reloj de la Iglesia Mayor. El relojero Francisco José García, con la maquinaria del reloj de la Iglesia Mayor.

El relojero Francisco José García, con la maquinaria del reloj de la Iglesia Mayor. / D.C. (San Fernando)

Así que, una vez realizadas las gestiones oportunas, se puso manos a la obra. Y desde hace unos días el reloj vuelve a dar la hora fielmente. "Es una maquinaria impresionante", apunta. Un reloj de cuerda de los buenos pero que cuenta también con un motor eléctrico que le ayuda a recuperar la cuerda. Un sistema –explica– que se empezó a utilizar a mediados del siglo pasado para evitar tener que estar subiendo continuamente a los torreones. "Era una técnica muy avanzada para la época", apunta este profesional.

El de la Iglesia Mayor es un reloj salido de los talleres de Manufacturas Blasco, una empresa de Tarragona que durante décadas trabajó para ciudades de toda España. Lo fecha, precisamente por la instalación de ese motor que complementa el mecanismo de cuerda y a falta de más datos, entre 1940 y 1960.

El párroco pidió ayuda porque el reloj se había quedado parado y le llegó el mensaje

"Es un reloj de cuerda y, por eso mismo, requiere de un mantenimiento periódico. Hay que afinarlo, hay que estar encima de él porque al ser un reloj mecánico no deja de adelantar, atrasar... Aunque precisamente eso es lo bonito de estas máquinas", explica Francisco García, que también tiene a su cargo el mantenimiento de los relojes del Observatorio de Marina.

Admite que trabajar en el reloj de la Iglesia Mayor ha tenido todo su encanto, aunque para llegar al cuarto donde se encuentra la maquinaria hay que superar un complicado ascenso de no pocos tramos escalera cargado con la bolsa de las herramientas. Los últimos, además, son especialmente difíciles. "El momento en el que conseguí que echara a andar el reloj fue muy especial. Eran las tres y media de la tarde y la maquinaria se puso de nuevo en marcha y empezó de nuevo a sonar. Fue emocionante", relata.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios