Un césped verde, reluciente y en ocasiones con matices plateados, brillaba ayer al sol en el tramo inicial de la calle Real entre la rotonda de Tusquets y el nudo de La Ardila. Los tepes que conformarán el revestimiento de la plataforma tranviaria en este tramo comenzaban a colocarse como signo inequívoco del final de obra. Otro signo inequívoco, la visita de las autoridades técnicas y políticas implicadas en el proyecto. Así, el delegado provincial de Obras Públicas, Pablo Lorenzo, el director de la Agencia de Obra Pública de la Junta, Rafael Blanco, y el alcalde isleño, Manuel de Bernardo, pisaron el nuevo suelo de un espacio que también se formula distinto.

La conclusión del tramo urbano se hacía evidente con la confirmación de dos fechas. La primera, la culminación de los trabajos en los 3,3 kilómetros de obra de tranvía en la localidad, previstos para finales de este mes o comienzos del siguiente. La segunda, la realización de las pruebas de maquinaria en la zona, que se realizarán por vez primera en septiembre. "Unas pruebas que ponen a Andalucía en la vanguardia de la movilidad", apuntó Blanco en su primera visita al entorno. Es precisamente una empresa andaluza, CAF-Santana, la que se está encargando de hacer realidad esta unidad móvil, de características singularísimas debido a la compatibilización de la línea tranviaria y la línea férrea.

Un tranvía que pasará, no sólo por la rotonda de las Comunicaciones, sino también por el entorno de Venta de Vargas, el otro punto caliente pendiente de culminarse. El césped artificial también se colocará en esa zona, una intervención que formará parte de una serie de detalles para poner todo a punto. Así, habrán de instalarse los últimos postes catenaria y regularse las intersecciones entre la calle Real y las perpendiculares. También habrá de efectuarse la extensión de la última capa de rodadura de los carriles de tráfico que discurren en paralelo en estos dos extremos de la localidad. En cuanto al césped artificial, serán instalados en un lado y en otro unos 950 metros lineales, equivalentes a unos 7.600 metros cuadrados. Para ello, informaba la Consejería de Obras Públicas, se empleará de plazo tres semanas.

El grado de ejecución por tanto en el trazado urbano alcanza el 97 por ciento. Cuando se llegue al cien, atrás quedarán meses de arduos trabajos en plena arteria principal, de tramos abiertos, nuevas tuberías y losas. Atrás quedarán también las molestias causadas a vecinos y comerciantes. Sólo resta que el tranvía pase, y que su paso genere riqueza.