Hace tiempo que la asociación de vecinos El Caná, en La Ardila, reclamaba el arreglo de la zona comprendida entre las calles Huelva y Córdoba, conocida como Caserío de Leiza. El mal estado de la solería y del pavimento requería una intervención que llegará ahora de la mano del Ayuntamiento y la Diputación Provincial. Ambas administraciones sufragarán al cincuenta por ciento la ejecución de unas obras de mejora que están a punto de comenzar.

Las obras, que tendrán un plazo de ejecución de tres meses, han sido adjudicadas a la empresa isleña Impersan Sport por un importe de 117.882 euros. Será "un lavado de cara", según las palabras que ayer utilizó el delegado de Urbanismo, Ángel Martínez, al visitar la zona, pero también implicará "una importante mejora de las canalizaciones".

Concretamente, la actuación comprenderá la renovación del aglomerado y la reordenación de todos los aparcamientos existentes en la zona colindante con las avenidas Al Ándalus y León Herrero. Además se remodelarán las tres pequeñas plazas que existen, en las cuales también se colocará una nueva solería (con losas negras y blancas). Desde Urbanismo se aprovechará la intervención también para eliminar todas las barreras arquitectónicas y colocar una nueva luminaria y un nuevo mobiliario urbano.

El presidente de la asociación de vecinos El Caná, Francisco Ruiz, se refirió ayer a la intervención que ahora se pondrá en marcha en la barriada. "Ha sido un parto largo y difícil, pero hemos llegado", dijo al agradecer al equipo de gobierno la sensibilidad mostrada hacia las demandas que se trasladaron a través de la concejala de distrito, Cristina Arjona, que ayer también acudió a esta zona de La Ardila para mostrar a los vecinos el proyecto de reurbanización que se llevará a cabo. "Forma parte del plan de actuación previsto en esta barriada", aseguró.

Tanto Martínez como Arjona reiteraron el compromiso de Loaiza con la barriada de La Ardila.