El obispo diocesano, Rafael Zornoza, acompañado del vicario episcopal, Lázaro Albar, presidió el pasado lunes en San Fernando una eucaristía de acción de gracias por el sexto aniversario de la capilla de la Adoración Perpetua, que se encuentra ubicada en la calle Tomás del Valle de esta localidad y en la que durante las 24 horas del día está el Santísimo expuesto a los fieles.
La capilla abrió sus puertas en noviembre de 2016. Y desde entonces, a excepción de la obligada interrupción que supuso la pandemia, ha estado abierta al culto durante el día y la noche.
De que siempre haya gente rezando al Santísimo se encargan unos 500 voluntarios, los llamados 'adoradores', que se coordinan en distintos turnos para que las 24 horas del día estén cubiertas.
Lo que se pretende con esta iniciativa promovida en el seno de la Iglesia que cumple ya seis años de vida, además de brindar esa posibilidad de acudir al Santísimo a cualquier hora del día o de la noche, es también dar testimonio.
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