San Fernando

Un nuevo parón retrasa otra vez las obras del club náutico de La Casería

  • La continuación de los trabajos, pendiente de la autorización de Costas, lleva más de cuatro meses frenada · Los socios del club, molestos con este nuevo retraso, creen que el restaurante podría abrir en unas semanas

Otra vez ha vuelto a quedarse estancado. La terminación del club náutico de la playa de La Casería ha sufrido un nuevo revés y las obras -ya en su recta final- están paralizadas desde finales de pasado mes de agosto, cuando el Ayuntamiento concluyó la instalación de pantalanes para aproximadamente un centenar de amarres, una inversión de 207.527 euros.

Era la parte que le correspondía al Gobierno municipal. Al club náutico de La Casería, según el acuerdo adoptado, le tocaba el cincuenta por ciento restante de la actuación: la instalación de otro centenar de amarres que vendría a completar este nuevo equipamiento que empezó a fraguarse hace más de una década y cuyas obras empezaron en noviembre de 2006.

Los trabajos están presupuestados en unos 350.000 euros, cantidad a la que harán frente los socios del club. Pero el problema que frena la continuación de las obras no es de índole económico, sino administrativo. Para que la entidad pueda afrontar la colocación de los pantalanes es necesario que el Ayuntamiento le dé la correspondiente licencia y ésta, aún cuando el Consistorio cuenta con la concesión administrativa de los terrenos, no es posible sin la debida autorización de Costas. Un papel que en el club esperan desde el pasado verano sin que se tenga noticias de él. El trámite, además, se ha visto ralentizado con las pasadas elecciones y los consiguientes cambios que se han dado en la Administración central tras la victoria del PP en las urnas.

"Nos han pedido documentación de todo tipo, un informe económico, el plano modificado... Y todo está allí, en Madrid, desde hace meses", explicó a este periódico el presidente del club náutico, Francisco Vázquez. Existe incluso un informe favorable a la actuación de la Demarcación de Costas. La autorización, sin embargo, se sigue demorando y mantiene parados los trabajos desde hace ya más de cuatro meses cuando el propósito inicial a principios de verano era que la colocación de los pantalanes para los 200 amarres se llevará a cabo de manera continuada, en conjunto. De hecho, será la misma empresa -Aister (Aislamientos Térmicos SA- la que se encargará de la faena.

Para el club, esta nueva demora, que se suma a los múltiples escollos que la actuación ha encontrado en su camino y que han mantenido bloqueado el proyecto durante años, ha sentado como un auténtico jarro de agua fría. Confiaban en que a principios de 2012, los amarres estuvieran ya listos, pero no ha sido así.

Lo cierto es que las instalaciones, según Francisco Vázquez, se encuentran bastante avanzadas e, incluso, la apertura del restaurante -que ya ha sido adjudicada a un empresario hostelero- está pendiente del enganche de la luz. Es más, la terraza podría abrir sus puertas en unas pocas semanas, aun cuando todavía no estén todos los amarres. Es una de las posibilidades que desde el club están barajando con la idea de empezar a dar vida a este nuevo equipamiento.

Por su parte, el Ayuntamiento se hará cargo también en los próximos meses de la construcción de una nueva escollera. Las obras, presupuestadas en 101.731,20 euros, se han incluido en uno de los últimos paquetes de inversiones aprobados por el Pleno. Su adjudicación es inminente.

Por otro lado, y a pesar de que ya están colocados un centenar de atraques en el nuevo club náutico, los socios han preferido aguardar a la terminación de todas las obras antes de empezar a amarrar sus embarcaciones en las nuevas instalaciones ya que sólo podría hacerlo una parte de ellos. Por ello, han optado por esperar. Aunque no se imaginaban que la demora iba a ser tan larga. Aún hoy, desconocen cuándo podrán abrir las puertas del nuevo club náutico.

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