Son las 19:30 de la tarde y el recinto ferial ya tiene sus puertas abiertas para quien se atreva a echarle un pulso al sol. Aún queda una hora para que la Feria del Carmen y de la Sal proclame a su salinera mayor y tres para que se produzca el encendido del alumbrado extraordinario que dé el pistoletazo de salida a la gran fiesta del verano en San Fernando.

Aun así, los caseteros llevan todo el día preparándose para la puesta a punto y todo parece estar en orden. Desde el escenario, la presentadora que se encargará posteriormente de conducir a las salineras se dirige a las personas que se encuentran ya sentadas en las sillas preparadas para la ocasión y les confirma "empezaremos cuando se vaya el lorenzo".

Mientras tanto, por la portada comienzan a entrar en un goteo constante numerosos grupos de jóvenes bien acicalados para la ocasión. Estos son bien recibidos por los feriantes que saben que es el día del niño y que acceder a las atracciones sólo cuesta la mitad del precio habitual, convirtiéndose esta en la ocasión perfecta para atraerlos.

También aparecen grupos de familias completas con hijos lo suficientemente pequeños como para no permitirles acudir por ahora a solas con sus amigos. Los padres aseguran que "es la mejor ocasión para que los niños se diviertan", aunque en muchos de los casos también ellos tienen que disfrutar la experiencia acompañando a aquellos menores que no tienen la edad necesaria para hacerlo solos.

Hasta ahora muchos de los cacharritos viajaban con sólo tres o cuatro pasajeros pero se comienza a escuchar ruido desde el escenario central y las colas frente a las billeterías empiezan a tomar forma.

A medida que pasa la tarde se puede observar que el día del niño se convierte en todo un éxito. Entre los pasillos de albero que componen la Feria las niñas más pequeñas corretean vestidas con trajes de flamenca.

También los caseteros, que ya empiezan a recibir gente en sus mesas, han decidido apuntarse al día del niño. Algunos de ellos ofrecen menús infantiles con precios más que asequibles.

Llega el momento de que las salineras comiencen a subir una a una al escenario mientras que la presentadora, que antes se apiadaba de su público, se asegura de que todo vaya según lo planeado por los organizadores.

Sólo queda ya una hora para que se produzca el encendido de las luces del recinto y empiece, de una vez por todas, la Feria de San Fernando.