Del alarmante estado de suciedad en el que queda La Magdalena tras el mercadillo de los jueves se ha discutido mucho durante las últimas semanas. Ha suscitado duras críticas de ciudadanos y de grupos políticos e incluso se ha debatido en el pleno. Para atajar el problema el Área Municipal de Sostenibilidad Ambiental -que incluye a la Delegación de Limpieza- ha puesto en marcha una campaña extraordinaria que ayer mismo se activó en el recinto ferial, donde cada semana se instalan estos populares puestos de venta ambulante que atraen a cientos de clientes.

Como punto de partida, desde el Ayuntamiento se ha reforzado la dotación de contenedores en La Magdalena y se han reforzado las labores de vigilancia del servicio de inspección municipal en el mercadillo, que extremarán el control en el cumplimiento de la normativa. "Recordamos a los comerciantes sus obligaciones y seremos especialmente exigentes a la hora de aplicar las correspondientes sanciones a aquellos que no cumplan estas normas", señaló ayer el delegado de Sostenibilidad, el andalucista Francisco José Romero.

El Ayuntamiento promete ser más riguroso para garantizar la limpieza de La Magdalena, aunque también pondrá más medios -los contenedores de residuos- y desarrollará una campaña informativa entre los vendedores ambulantes que ya ha dado comienzo con la remisión de una carta en la que se les recuerda sus obligaciones.

Hay cinco normas básicas: no arrojar plásticos, bolsas u otros residuos al suelo; mantener limpia la parcela que cada comerciante tiene asignada, recoger la basura al desmontar el puesto, depositar todos los residuos en los contenedores habilitados en el recinto y plegar las cajas de cartón para reducir su volumen y facilitar su adecuada recogida. Sostenibilidad espera resultados visibles inmediatos.

Por otro lado, se ha mantenido también un encuentro de trabajo con la junta directiva de la federación de asociaciones de vecinos Isla de León con el propósito de hacer extensiva una campaña informativa de similares características al resto de la población para controlar especialmente los residuos que las mascotas dejan en la vía pública. El objetivo es conseguir una ciudad más limpia.