Racionalización de horarios

Con horarios trastocados

  • Alumnos de centros educativos de San Fernando y de la provincia asisten a las jornadas sobre 'Tiempo y Salud' organizadas por la AHORE

El director del Observatorio de Marina, durante su ponencia en las jornadas sobre 'Tiempo y Salud'.

El director del Observatorio de Marina, durante su ponencia en las jornadas sobre 'Tiempo y Salud'. / Román Ríos

¿Es usted un animal diurno o vespertino? ¿Tiene buenos hábitos horarios? ¿Duerme usted lo suficiente? La cuestión del tiempo, del huso horario, del reloj interno, solar o social, siempre despierta curiosidad y trasciende de una mera exposición para abrir siempre un debate y la reflexión sobre nuestra propia vida.

Alumnos de distintos centros educativos de la ciudad y de otras localidades de la provincia que participaron ayer en las jornadas que organizaba la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles (AROHE) –en colaboración con el Real Observatorio de la Armada (ROA), la Consejería de Educación y el Ayuntamiento de San Fernando– se hicieron y contestaron esas pregunta, que tienen una respuesta general: "En España tenemos los tiempos trastocados".

El comentario lo hace Beatriz Rodríguez Morilla, psicóloga responsable del departamento clínico Kronohealth, que explicaba a los estudiantes cómo afectan los horarios a la salud. "En nuestra sociedad los horarios interno y externos (el ambiental que tiene que ver con el día y la noche y el social de trabajo, colegio u ocio) están muy desajustados entre sí", advierte y eso repercute en la salud. Esencialmente, "dormimos menos horas de las que deberíamos y eso tiene un impacto sobre los horarios diurnos". Los niños faltan a clase porque se quedan dormidos o se duermen en las aulas; en los adultos hasta el 10% de los accidentes laborales se debe a la somnolencia, pone de ejemplos.

Mari Ángeles Bonmati: "Mantener el horario de invierno tendría efectos limitados si no se acompaña de cambios de horarios de trabajo, comidas y 'prime time"

"Les ha hecho mucha gracia comprobar que no tienen buenos hábitos", señala Rodríguez Morilla sobre la reacción de los asistentes, a los que había pasado un test. Para contrarrestar eso les advertía de la necesidad de evitar los dispositivos electrónicos por la noche, que dificultan por su luz que la persona duerma a la hora que le tocaría. "La luz se parece a la solar y eso manda a nuestro cerebro una señal contradictoria: le decimos que no es de noche. Por eso vamos a dormir más tarde", explica. También les señalaba la importancia del ejercicio físico, en horarios recomendables. "En los adolescentes es mejor por la mañana, porque les ayuda a adelantar su reloj interno que a esa hora de forma natural lo tiene retrasado. Por la tarde, se podría hacer si es antes de las ocho, no después. Lo que pasa es que es difícil si no se ha terminado con el resto de cosas que tenemos que hacer, con los horarios sociales", detalla. Las comidas, tarde, también influyen negativamente. "Lo ideal sería cenar a las ocho", aclara.

Sobre esos horarios y los problemas que los malos hábitos o los hábitos establecidos que marcan nuestra vida nos provocan giró parte de la ponencia de la doctora Mari Ángeles Bonmati, del Grupo de Cronobiología de la Universidad de Murcia, que intervenía por videoconferencia para tratar El cambio de hora en España. "Dormimos poco y vamos cansados al trabajo, al colegio", exponía, después de mencionar los datos de un sondeo realizado en internet sobre hábitos horarios: hora de irse a dormir, de levantarse, tiempo de preparación antes de ir a trabajar, tiempo de desplazamiento, los cambios en días no laborables. Bonmati también incidía en las consecuencias del huso horario en el que está España: le correspondería el de Inglaterra o Portugal pero está en el de Alemania. "Eso hace que tengamos el tiempo biológico retrasado", añadía. En Praga una persona se levanta a las seis de la mañana justo cuando amanece, en Santiago de Compostela lo hace de noche aún. "Los fines de semana se levanta más tarde, con la hora solar", ponía como ejemplo de los desajustes que vive el país. Todo se complica con los hábitos sociales: salidas del trabajo más tarde que en otros países, por el parón de dos horas habitual para comer; un tiempo de ocio muy tardío; o un prime time televisivo también tardío.

Beatriz Rodríguez Morilla: "Dormimos menos horas de las que deberíamos y eso tiene un impacto sobre los horarios diurnos"

La ponente hacía mención a unas simulaciones de lo que supondría en España mantener el horario de invierno o el de verano. A priori, aseguró, es más ventajoso el horario de invierno, porque el de verano retrasaría mucho el amanecer en el oeste de la Península, "complicando la entrada al trabajo-centro escolar". Cuanto más tarde sea la salida y puesta del sol más se retrasa el momento de dormir pero el horario de levantarse para ir al trabajo se mantiene, lo que crea un desajuste entre el horario oficial y el ambiental que puede reducir el tiempo de sueño. De cualquier forma, dejaba claro, "mantener el horario de invierno tendría efectos limitados si no se acompaña de cambios de horarios de trabajo, comidas y prime time televisivo".

La importancia del sueño, con representación de la Unidad del Sueño del Hospital Puerta del Mar de Cádiz; La custodia de la hora en España, de lo que hablaba el director del Real Observatorio de la Armada, Javier Galindo; El Meridiano de Cádiz del siglo XVIII, a cargo del gerente de RumboSur, Miguel Ramos, y El tiempo en 3 dimensiones, del experto en comunicación Ramón Barrera; completaban la programación de ponencias de estas jornadas sobre Tiempo y Salud.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios