Las primeras pruebas del tranvía por la calle Real están previstas para el mes de noviembre. No será antes de que se aproxime esa fecha cuando se produzca la instalación del cableado en los postes ubicados a un margen y otro de la esta vía principal de San Fernando. Habrá que esperar, por tanto, para observar la estampa final de este eje que cruza la ciudad, aun cuando el paisaje urbano del municipio ha variado mucho tras su semipeatonalización y la eliminación de la circulación de vehículos constante por este espacio. Los trabajos, sin embargo, continúan en el tramo urbano de este futuro transporte metropolitano entre Cádiz, La Isla y Chiclana.

Hace más de dos semanas se iniciaban las obras para mejorar los entronques con la calle Real. Al avance de la actuación del tranvía por esta vía, la adjudicataria había dejado sin urbanizar de manera adecuada los accesos. En muchos casos el desnivel entre calles resulta peligroso para los peatones, convertido el suelo en una superficie irregular hasta existir escalones o hondonadas excesivos. La Junta de Andalucía con la actividad que se desempeña ahora pone remedio a esta realidad a través de la adjudicataria de las obras, la Unión Temporal de Empresas Sacyr-Prinur, sin llegar a cubrir plenamente las exigencias municipales. Desde hace tiempo el Gobierno municipal recordaba que Obras Públicas debía arreglar estos accesos hasta la primera de las intersecciones. No será así, aunque la nivelación está consiguiendo unos resultados óptimos hasta la fecha. Ya se han abierto a principios de semana las calles San Nicolás y General Serrano. Desde hoy quedará cortado el tráfico en las intersecciones de las calles San Diego de Alcalá y San Cristóbal. La alternativa al cruce de esta calle con Real se realizará provisionalmente por San Nicolás y General Serrano.

A estas tareas se sumarán, previsiblemente, la semana que viene los trabajos necesarios para izar los postes que sostendrán las catenarias y serán también farolas en aquellos tramos donde todavía no se han colocado. Es el caso de la zona de Venta de Vargas y de la longitud entre Santo Entierro y la rotonda de la fuente Tusquets. Una vez se instalen, y comiencen a funcionar con las luminarias, deberán aguardar eso sí varios meses, como ya ocurre con el resto de las ubicadas en la calle Real, para contar con el cableado necesario para el tránsito del tranvía. Desde Obras Públicas se explicaba ayer que esta actuación no se producirá hasta poco antes de que se pongan en funcionamiento en fase de pruebas los tranvías por San Fernando. Es una cuestión de seguridad, señalaron, aunque también se evita de esta forma el posible robo del cable, cuyo cobre es un material muy demandado en el mercado negro y, por tanto, proclive a su sustracción, como se ha podido comprobar en otros puntos de La Isla.

La planificación con la que se trabaja contempla que el tranvía circule por Real en torno al mes de noviembre. Por el momento, ya informaba este periódico hace unos días que la primera unidad ya había realizado su primer viaje sobre raíles desde Irún hacia Vitoria, un tramo ferroviario en el que desarrollará su proceso de homologación. Desde ahora y hasta final de año esta unidad y la segunda, ya construida, se someterán a distintos test para analizar su fiabilidad en todos los aspectos, para a partir de entonces probar sobre parte del terreno en el que funcionarán en el futuro.

La instalación de las catenarias dentro de unos meses supone que la calle Real no se librará de las actuaciones del tranvía con la culminación de las conexiones. Es más, queda aún por decidir en qué punto se colocará el transformador que surtirá de energía al tranvía y que debe estar en un punto intermedio del tramo urbano. Desde la Administración andaluza se ha insistido en que el lugar necesario es la plaza del Rey, pero el Ayuntamiento no ve con buenos ojos esta opción. Las otras posibilidades -como Héroes del Baleares, donde habría que construir el centro de transformación en dos alturas- se han descartado al menos por el momento. Otros dos transformadores tendrán que ser construidos en los extremos de la ciudad, uno por Venta de Vargas y otro por La Ardila. Ambas administraciones siguen en contacto para definir la ubicación final.