La treintena de hermandades de la ciudad sopesa todavía el proyecto del museo cofrade que el alcalde de la ciudad, José Loaiza, les planteó en las vísperas del pasado Domingo de Ramos.

Ni el Consejo de Hermandades ni las cofradías se han pronunciado todavía acerca de este museo que el Ayuntamiento pretende levantar en las proximidades del molino del Zaporito y la plaza Manuel de la Puente. La propuesta del regidor sigue siendo estudiada por cada una de las partes y, previsiblemente, a mediados de mes se convocará una nueva reunión de los hermanos mayores para intentar acercar posturas y poner criterios en común. No obstante, el proceso electoral que el propio Consejo de Hermandades tiene que afrontar antes del próximo verano condiciona también los tiempos.

Loaiza, cuatro días antes de la Semana Santa, planteó a las hermandades de gloria y penitencia la construcción de este museo, cuyo coste asumiría íntegramente el Consistorio para después ceder su gestión a las hermandades. En teoría, las nuevas instalaciones, además de utilizarse para mostrar el patrimonio de las cofradías y organizar exposiciones temporales y permanentes, darían cabida a una nueva sede del Consejo de Hermandades y dispondrían también de un pequeño salón de actos para la celebración de actividades. El equipo de gobierno, tras dar a conocer su propuesta, dio un plazo a las hermandades para que se pronunciaran al respecto.