Fábrica San Carlos (FSC) tendrá un tercer planteamiento para su Plan Especial de Reforma Interior (PERI) que será definitivo al haber comenzado a darse los pasos administrativos necesarios: el de ayer corresponde a la aprobación del procedimiento para la Evalución Ambiental Estratégica por parte de la junta de gobierno local, un documento necesario según las directrices de la Unión Europea (UE) de 2015 que fijan que estos planes de desarrollo requieren este paso previo. "Es un suelo fundamental para la ciudad, que forma parte de la planificación del Ayuntamiento de trabajar en los suelos sectorizados como La Albenda, Torre Redonda, Huerta del Pilo o Huerta de la Compañía", aseguraba ayer la concejala de Desarrollo Urbano, Claudia Márquez, al dar detalles de los trámites administrativos.

La Evaluación Ambiental Estratégica de FSC se remite ahora a la Delegación Territorial de Medio Ambiente que tiene 20 días para decir si sigue un procedimiento simplificado, como cree la Administración local, o el procedimiento ordinario. Después se abren 45 días, también hábiles, de exposición pública. Es la Delegación la responsable de recopilar los informes sectoriales de los órganos competentes para emitir un informe sobre la Evaluación que el Ayuntamiento publicará. Se calcula que podrían ser cuatro meses de tramitación.

Según esas conclusiones el Ayuntamiento chequeará el PERI para comprobar si hay cuestiones que debe modificar o adaptar antes de proceder a su aprobación inicial y posterior comienzo de los periodos de exposición pública y alegaciones. Si se admite alguna de ellas habrá que realizar una aprobación provisional previa a la aprobación definitiva de este plan urbanístico para FSC.

Se trataría del tercer plan para unos suelos que Sogescar, la sociedad mixta de gestión formada por Esisa, Unicaja y Sando, compró en 2001 para solventar la situación en la que quedaban los trabajadores de este antiguo centro de trabajo y que permitió pagar las indenmizaciones. Había que recalificar los suelos para permitir el uso residencial compatible con uso terciario y comercial ya que eran terrenos industriales, lo que no sucedería hasta que en septiembre de 2014 no se emitió la orden de la Consejería de Ordenación del Territorio que permitía la aprobación definitiva de la modificación puntual del Plan General (PGOU) para el ámbito de FSC .

Ya antes, el primer plan para la superficie, de 2002, proponía la creación de en torno a un millar de viviendas, con alturas similares a las de las torres de La Casería. En 2008 con el gobierno de De Bernardo y Pedemonte se replanteó ese primer planeamiento, con 869 viviendas, de las que 384 eran protegidas, pero se mantuvieron dos torres de 17 plantas: se recogían dos edificios de nueve plantas (una de ellas para un hotel) y se proyectaba el resto del residencial en alturas de cinco, cuatro y tres plantas. La actividad económica se reservaba casi 21.000 metros cuadrados, mientras que para espacios libres se dejaban unos 30.000 y para viarios y aparcamientos, algo más de 35.000.

Sin embargo, el principal escollo, que bloqueó durante una década el avance del procedimiento, vino por parte de Ministerio de Defensa, reacio a aceptar esos planes por la cercanía con sus instalaciones militares. La situación se solventó en 2012 tras las negociaciones del gobierno de Loaiza que implicaron modificaciones puntuales para cumplir con las servidumbre aeroespacial del helipuerto de evacuación sanitaria. Consistía en reducir las alturas y un retranqueo sin perder edificabilidad.

Ocurre lo mismo en el nuevo planeamiento que propone el gobierno actual, que intenta que el desarrollo previsto sea acorde a los tiempos y a las necesidades de la ciudad, de manera que pueda atraer el interés de las empresas privadas. "Buscamos que sea más próximo a un desarrollo viable", reconoce Márquez.

Para ello de las 12 plantas que contemplaba hasta ahora se reduce la altura a baja más seis en buena parte de la superficie, excepto una parte más cercana a la Bahía en la que se permitirá la construcción de baja más ocho plantas. "Se mantiene la edificabilidad", aclara la responsable de Urbanismo, al optar por una distribución distinta, "con manzanas más amplias". También se redistribuyen los viarios para adaptar la conexión al entorno. "En un plan de este tipo hay unidades de aprovechamiento, para residencia, para uso comercial, de parcelas hoteleras, y se pueden gestionar, colocarlas en una ubicación u otra", expone.