Su estado de conservación ha sido objeto de cierta controversia urbanística desde hace varios años. Ahora, su acusado deterioro lleva irremediablemente a la demolición de la histórica finca emplazada en el número 98 de la calle Real, en la confluencia con Almirante Faustino Ruiz, que muchos isleños recordarán por la tienda de ultramarinos que durante años estuvo en su planta baja.

Durante los últimos días se han llevado a cabo algunos preparativos –se ha instalado un llamativo poste en la céntrica esquina para soportar el cableado– y la propia concejala de Desarrollo Urbano, Claudia Márquez, ha confirmado que la propiedad del inmueble ha presentado un expediente de declaración de ruina y que éste ha sido aprobado por el Ayuntamiento. Así que, aunque todavía –explica la edil– quedan trámites por cumplimentar con el Ayuntamiento, en un corto plazo de tiempo se procederá al derribo de esta casa de la calle Real de casi 400 metros cuadrados que lleva décadas deshabitada y en precario estado de conservación.

Para ello, no obstante, ha sido necesario abordar con antelación su descatalogación ya que el inmueble figuraba entre las fincas protegidas por el Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Histórico (PEPRICH). El largo trámite –iniciado en el año 2014– se completó en marzo de 2016 toda vez que la comisión municipal de Patrimonio, tras consultar a la delegación territorial de Cultura, se pronunció a favor de dicha descatalogación solicitada por la propiedad que alegaba su "estado ruinoso" y la ausencia de elementos "que merezca la pena conservar". 

El inmueble fue incluido en su día en el catálogo del PEPRICH con un nivel de protección 5 dado su interés arquitectónico, especialmente por las dos grandes balconadas que presidían la fachada principal y por conservar los arranques de de los arcos por la calle Faustino Ruiz que denotaban la existencia de un pasaje en el extremo de la finca.