San Fernando

El encendido más educacional

  • El profesor Francisco Cid del CEIP Quintanilla junto a sus compañeras María José Peinado y Patricia Ruiz y sus alumnos realizarán el alumbrado de la Feria

Francisco Cid, ante la portada de la Feria del Carmen y de la Sal, ayer.

Francisco Cid, ante la portada de la Feria del Carmen y de la Sal, ayer. / román ríos

En 2016 Francisco Cid recibió el Premio a la Excelencia y la Innovación Educativa, entregado por la Asociación Mundial de Educadores Infantiles, y en 2017 fue nombrado Segundo Mejor Maestro de España. Este año la ciudad de San Fernando también ha decidido homenajearlo y -junto a sus compañeras María José Peinado y Patricia Ruiz y sus alumnos del colegio Quintanilla- será el encargado del encendido de las luces de esta edición de la Feria del Carmen y de la Sal.

El profesor asegura que "es un orgullo poder formar parte de la fiesta de la ciudad, ya que significa que aquí también se valora el trabajo que estamos haciendo en el colegio". Un trabajo que no ha podido hacer solo y por el que agradece la predisposición de las personas que se ha encontrado en el camino, "sin la ayuda de otros profesores y el trabajo de los propios alumnos y sus padres esto no hubiera sido posible".

Cid recuerda con cariño sus años de juventud, "recuerdo que venía con mis amigos, quedábamos en la estatua de Camarón y veníamos a ver el encendido". Una experiencia que le hace valorar más lo que vivirá mañana miércoles a las 22.30 horas y que será más especial si cabe porque, como explica, "no es un reconocimiento solo mío, también participarán los niños y es lo que más me enorgullece".

Francisco Cid ha revolucionado por completo las aulas del CEIP Quintanilla con un proyecto cuya intención es la de motivar a los alumnos abriendo las aulas a los padres y tratando de enseñarles de la manera más educativa posible. "En un primer momento fue realmente complicado ya que los primeros pasos siempre son difíciles. Hacer entender a los padres que su participación es importante era complicado" explica el profesor. Sin embargo, la situación ha cambiado y ahora son los propios padres los que acuden al centro, que este año ha visto como las plazas de las clases han tenido que ser adjudicadas por sorteo debido a la gran cantidad de peticiones.

El profesor asegura que el éxito del colegio se debe principalmente a que han encontrado la forma de motivar a su alumnado a ir a clase. "Los niños quieren venir a clase porque se lo pasan bien y porque aprenden. Hacer de la clase un ambiente en el que se sientan cómodos y no aburridos es lo más importante", señala. Una clase, la de Cid, que cuenta en estos momentos con la tasa de asistencia más alta de la provincia y que mantiene contentos a alumnos y padres. Cuenta el docente que "en alguna ocasión han intentado traerme a niños enfermos a clase porque estaban empeñados en venir", un síntoma evidente del buen hacer del centro.

El profesor asegura que "somos un colegio humilde y me enorgullece que se hable tanto de nosotros". El proyecto, que comenzó siendo su pequeña batalla personal dentro del aula, se está reproduciendo en otros lugares más allá de La Isla. "Tenemos noticias de que se está realizando en otras ciudades como Cádiz, Chiclana, Madrid o en sitios de México", asegura. El método, que ha convencido a padres y alumnos de que la educación puede y debe ser atractiva, verá plasmadas sus pautas en el libro que Francisco Cid publicará en septiembre, llamado Cuestiones de interés: la unión entre familia y escuela , que será presentado en San Fernando.

Además de esta propuesta, en la que trata de incluir la dinámica padre-alumno dentro de la clase para potenciar la enseñanza, está llevando a cabo una nueva iniciativa con sus compañeras María José Peinado y Patricia Ruiz, implantando en el colegio la red de Aprendizaje y Servicios. Un proyecto que está muy estandarizado en estudios superiores y que el Quintanilla ha decidido incorporar a sus clases de Educación Infantil. "Lo que se pretende es conseguir que el colegio consiga formar parte de su entorno social, siendo partícipe de su desarrollo", argumenta el profesor. Se trata de proyectos mensuales, que ofrecen a los alumnos la posibilidad de aprender en un entorno diferente. Durante este curso los alumnos han acudido a recogidas de residuos en diferentes parques de la ciudad o han acompañado a los abuelos a sus pruebas de diabetes: "Esto es muy importante ya que muchos abuelos se sienten mucho más cómodos al acudir a estas pruebas si llevan a sus nietos de la mano".

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