Una escultura de Jesús Vidal situada en la confluencia de las calles Rosario y González Hontoria, hasta donde llegaba la antigua Carrera Oficial, rinde desde ayer homenaje a una parte esencial de la Semana Santa isleña: la carga. El Ayuntamiento aprovechó esta jornada dominical -ya inmersa La Isla en la plenitud de la Cuaresma- para inaugurar un monumento promovido desde la asociación Jóvenes Cargadores Cofrades (JCC) con el que se pretende un reconocimiento -así lo dijo el presidente de la entidad, Juan Pedro García López- a todas las cuadrillas y cargadores y de La Isla, a los antiguos, a los de ahora y a los que están por venir.

La obra de Vidal, que fue presentada el año pasado apenas unos días antes del Domingo de Ramos y que ha tardado un año completo en colocarse en la calle, representa a un niño -el futuro de la carga, una seña de identidad de La Isla y de su Semana Santa- con faja, almohada y cántaro, elementos indispensables del oficio.

El propio autor se encargó ayer en la inauguración de explicar los detalles de la escultura, a la que acompaña también una placa que se ha colocado en la misma fachada del Centro Obrero con un texto del cofrade Antonio Salas, fallecido hace unos meses y para el que ayer el autor de la escultura tuvo un emotivo recuerdo.

Al acto asistió también la alcaldesa, Patricia Cavada, y el primer teniente de alcadesa, Fran Romero, así como varios miembros del equipo de gobierno y de la Corporación Municipal, entre ellos, el anterior alcalde, José Loaiza, que fue el impulsor de este monumento a los cargadores que en un primer momento se pensaba colocar en la plaza de la Iglesia. La regidora, para cerrar el acto, se refirió a la carga y a la Semana Santa como una de las señas de identidad que definen a la ciudad y destacó de la escultura que representara al futuro a través de la efigie de un niño. Numerosos cofrades y miembros de la JCC arroparon también la inaguración y no dudaron luego en fotografiarse junto a una escultura que aspira a representarlos a todos.