A pesar de ser mañana de Reyes, un nutrido grupo de personas aguardaban a las puertas de la antigua Capitanía General para presenciar el desfile con motivo de la celebración de la tradicional Pascua Militar, que ayer en San Fernando presidía el almirante de la Flota, Juan Carlos Muñoz-Delgado y Díaz del Río, que en su discurso defendió el papel actual que las fuerzas militares españolas desarrollan en sus misiones, como es la conservación de la paz en tierras lejanas. Eso significa, destacó, que los ejércitos españoles se adaptan a los nuevos tiempos y a sus exigencias.

Tras pasar revista a las fuerzas que formaban ante la fachada de la antigua Capitanía General, el almirante de la Flota saludó a las autoridades militares y civiles que presenciaban el acto, como el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Sebastián Saucedo; el alcalde de San Fernando, Manuel de Bernardo; o el comandante general de Infantería de Marina, Pablo Bermudo, que estrenaba cargo tras el acto de la toma de posesión el pasado martes. Concluida la parte más protocolaria del evento, Muñoz-Delgado se adentró en las dependencias de la Armada para pronunciar su discurso en la sala de los espejos, un salón con el retrato del Rey en el que sobresalen los espejos ubicados a cada extremo, que crean una estampa curiosa al alargar de manera irreal la habitación.

Y si ésa es una imagen irreal, no lo es por el contrario la imagen de las fuerzas españolas por su trabajo actual, porque desde hace años contribuyen al mantenimiento de la paz en zonas de conflictos -ya sea en tierra o en agua, como las operaciones contra la piratería en el Índico-. "En tiempos de paz, la fuerza se despliega en lugares lejanos para que pueda ser efectiva", explicó la máxima autoridad militar presente en la Pascua. En su alocución señaló algunas de esas zonas: Kosovo y Bosnia -territorios de los que los últimos contingentes de infantes de Marina ya han sido repatriados-, Somalia o Haití. En este punto tuvo en recuerdo para los militares fallecidos durante 2010, precisamente en la asistencia a este país tras el terremoto que destrozó el país. Estaban destinados al buque Castilla y tuvieron un accidente aéreo. Fueron cuatro, a los que se suman dos militares más.

Todos estos militares que operan en el extranjero, como los que realizan su trabajo en España, forman parte de la tarea, aseguró, que las fuerzas españolas deben ejercer en estos tiempos. "Las exigencias son distintas en cada época", insistió. Y España ha sabido adaptarse a ellas. Como también lo ha hecho a los recursos disponibles. Más si cabe ahora con la difícil situación económica. "Las situaciones de dificultad no nos exime de nuestra responsabilidad", dejó claro. El almirante de la Flota se despidió -ésta será su última Pascua Militar en el cargo- apuntando su compromiso personal con la Armada, aún cuando su situación administrativa cambie.