San Fernando

Más allá de unas semanas de acogida...

  • Hasta 21 niños han sido acogidos este verano gracias a la Asociación isleña de Amigos del Pueblo Saharaui Su presidente, Said, afirma que estos dos meses "son un premio para ellos"

Cuando vives soportando casi 60 grados de temperatura, sin luz ni agua corriente, poder disfrutar durante unos meses de las bellas playas del litoral gaditano es un sueño hecho realidad.

Jadda, Handa, Mohamed e Issa son cuatro de los 21 niños que llegaron a San Fernando entre el 27 y el 30 de junio y que alegran los hogares de Rakel, Jennifer, Asunción y Cristina, isleñas que se lanzaron para sacar a estos críos de las penurias existentes en los campamentos del Sahara occidental. Todo gracias a la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui (Amisafe) que preside en La Isla el joven Said Moreno, de apenas 24 años de edad.

"Mi familia lleva desde el año 2000 acogiendo niños y, por tanto, yo me he criado prácticamente con ellos", explica. "En el año 2008 me decidí a entrar en la asociación y, con 21 años, en 2012, tomé el relevo del antiguo presidente, que renunció a seguir en el cargo", explica con una sonrisa, mientras los niños de acogida corretean y charlan a su alrededor ante la atenta mirada de las familias que los tienen a su cargo.

Su labor, de la mano de la federación gaditana de Amigos del Pueblo Saharaui, va mucho más allá de acoger a los niños cada verano. "De octubre a febrero recogemos alimentos y los envíamos para que lleguen al Sáhara entre abril y mayo", apunta antes de afirmar que están llevando a cabo campañas de concienciación en los colegios "para que los jóvenes españoles sean conscientes de lo que ocurre muy cerca de aquí".

Precisamente, las vacaciones en paz de la que gozan estos días los niños en sus lugares de acogida sirven, según Moreno, para "sensibilizar a La Isla y dar voz a un problema muy silenciado por intereses políticos".

Jadda, la niña de once años acogida por Rakel se dirige tímida hacia el lugar donde ella está explicando su situación: "Es su segundo año aquí y ya está mucho más integrada que el verano pasado", puntualiza. En cuanto a sus gustos, Rakel destaca que le encanta la playa y comer hamburguesas. Jadda, ni corta ni perezosa, exclama un "¡Y la fiesta!" que desata las risas de los adultos.

Al igual que Rakel, Cristina decidió acoger a Issa, de 12 años, sin tener pareja. Con el beneplácito de sus padres y con la seguridad que otorga un puesto de trabajo. La isleña recibió con los brazos abiertos a un chico que el año pasado ya había pasado el verano en España con otra familia. "Quería que mi hijo biológico tuviese la necesidad de compartir y la verdad es que la experiencia está resultado muy gratificante porque ambos se llevan muy bien y él está muy atento", indica. Issa, degustando un polo flash para combatir el calor, no tiene dudas a la hora de dejar claro sus gustos: el fútbol y los toros.

Por su parte, Jennifer y Asunción, al ser preguntadas por su situación, miran a Said. La razón es simple: son cuñada y hermana del presidente de Amisafe y, por ende, no podían 'librarse' de acoger a niños saharauis. Jennifer cuida, por tercer año consecutivo, de Handa, de 12 años, a la que ya considera una más de la familia. De hecho, la pequeña se atreve a contradecirla en cuanto a sus gustos. "Me gusta el chocolate, ¡pero también las pipas tijuana!", dice señalando el paquete que acaba de comprar.

Pero, sin duda, Mohamed, de 13 años, es el más abierto de los cuatro jóvenes. Se muestra encantado por estar en La Isla e incluso no tiene reparos en utilizar el "pisha" propio de tierras gaditanas. Este será su último verano de acogida, pero Asunción declara que recibirá al hermano de Mohamed el próximo año. Todo sea por unas vacaciones en paz...

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios