El encuentro ayer entre los trabajadores de la adjudicataria del alcantarillado y la Delegación de Desarrollo Sostenible tuvo unos resultados más que positivos, dentro de la cautela. De esta manera, informaban desde el sindicato UGT -que respalda a los empleados- la situación parece estar a pocos pasos de solucionarse.

En primer lugar, la edil del área, Rosario Álvarez, se ha comprometido en poner sobre la mesa la semana próxima el nuevo pliego de condiciones que permitirá que el servicio pueda salir otra vez a concurso. Sobre el mismo los empleados han hecho una matización, que incorpore las mejoras del convenio estatal de residuos y aguas de 2007. Álvarez se ha mostrado bastante receptiva al respecto y se ha comprometido a que los servicios jurídicos lo estudien y en caso de que sea posible, lo acometan.

Así las cosas, el documento resultante puede pasar para su aprobación por la próxima sesión plenaria de carácter ordinario. E incluso, ha llegado a afirmar, podría convocarse una sesión especial al respecto en caso de que fuera necesario.

Por todo ello, afirmaban desde el sindicato, se ha decidido dar un voto de confianza a la actitud tomada y, aunque la huelga no se va a desconvocar, los trabajadores volverán a trabajar con normalidad esta semana al menos. Las razones de no desconvocarla son dos. Por un lado, que quieren asegurarse que las medidas prometidas se cumplen debidamente. Y por otro que, si anularan ya la huelga, volver a arrancarla supondría otra temporada trabajando hasta obtener el permiso.

Pero las sensaciones ayer fueron buenas. Y la confianza depositada es grande. Porque, una vez salga el pliego de condiciones adelante, se estará un paso más cerca de la licitación y la posterior adjudicación de un servicio que garantice una serie de mejoras en los trabajadores. Mejoras que ahora no tienen.