La concesión de la Medalla de la Ciudad al Consejo de Hermandades y Cofradías ha puesto esta tarde el broche de oro a la conmemoración de su 50 aniversario y ha refrendado, aún más si cabe, la estrecha relación que existe desde siempre entre unos y otros, entre la ciudad y sus hermandades.
De ese vínculo indisoluble que se retrotrae a tiempos históricos anteriores incluso a la constitución del municipio, relación que hoy disfruta de un brillante presente y que proyecta además un prometedor futuro, ha tratado el acto que se ha celebrado en el Teatro de las Cortes y que han compartido la Corporación Municipal y la junta permanente del Consejo en pleno.
El acto institucional, revestido de su protocolo y solemnidad habitual y arropado por el obispo diocesano, ha sido una demostración palpable de esa relación simbiótica que se ha abordado desde el aprecio mutuo y con evidentes muestras de cariño por ambas partes.
Sobre ese vínculo ha hablado largamente la alcaldesa, Patricia Cavada, que ha comenzado su discurso diciendo claramente que "San Fernando no podría entenderse sin sus hermandades".
A ellas ha aludido como entidades especialmente singulares y depositarias de un legado histórico, relacionadas desde sus orígenes con el devenir de sus barrios pero también comprometidas con la ciudad "más allá del esplendor de los siete días de la Semana Santa o del día de la salida procesional".
Se refería la regidora a la vocación a la "inabarcable" labor social que realizan las hermandades en la ciudad, en la que se detuvo especialmente.
Aunque también citó a los jóvenes cofrades como la fran fortaleza de las hermandades y confesó sentirse especialmente orgullosa de "la vitalidad que desprenden". Tampoco pasó por el alto el papel "aglutinador" del Consejo de Hermandades en su medio siglo de vida.
E hizo un inciso para destacar a la figura de Manuel Muñoz Jordán, "la mejor personificación del trabajo en equipo" del que esta institución hace gala y que tuvo su mejor ejemplo en la Procesión Magna de 2010. Curiosamente, a a ella aludió la alcaldesa en su intervención para animar al presidente del Consejo, Manuel García López, a ir pensando en repetir la experiencia.
De "punto de inflexión" para la trayectoria del Consejo de Hermandades tildó, por su parte, el presidente de la institución la concesión de la Medalla de la Ciudad en su 50 aniversario, un gesto que agradeció sabiendo "el cariño y afecto" que implica por parte de la ciudad.
Por su parte, el periodista Eduardo Albarrán Orte, cofrade y miembro también de la permanente del Consejo, tuvo la glosa previa a la entrega de la medalla en la que también ahondó en ese vínculo histórico entre la ciudad y sus hermandades, un gesto "que viene a refrendar de forma oficial lo que oficiosamente era y es una realidad patente".
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