El pasado 19 de octubre, el Pleno dio luz verde a la segunda aprobación provisional del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), un trámite decisivo que se afrontaba después de negociar el documento durante dos años con múltiples administraciones implicadas: Defensa, Costas, Medio Ambiente... Se decía por ello que era el único Plan posible, al ajustarse a los criterios, condiciones y consideraciones que unos y otros habían puesto sobre la mesa y que, incluso, habían terminado por excluir las actuaciones más ambiciosas, como la denominada Ronda Norte, el enlace por carretera entre Tres Caminos y La Carraca, la revisión del trazado del Eje Transversal Sur -que une Camposoto con Gallineras- o el parque empresarial y el cementerio planteados en el entorno de Puente de Hierro.

El documento salió adelante con el apoyo lógico del PP -formación que durante los últimos tres años había estado al frente de la Gerencia de Urbanismo- y con la evidente intención de conseguir su aprobación definitiva antes de las elecciones municipales de mayo de 2011. Para el equipo de gobierno en minoría de los andalucistas se trata de una tarea prioritaria que hay que apurar antes de que expire el presente mandato.

El trabajo del Ayuntamiento y de la Gerencia Municipal de Urbanismo, de hecho, está prácticamente acabado. Sólo le queda esperar a que las administraciones implicadas ratifiquen su visto bueno al nuevo Plan General de Ordenación Urbana, un proceso que -se supone- no debe retrasarse en demasía ni debe tampoco traer consigo sorpresas ya que el texto aprobado por el Pleno en octubre es el consensuado con unos y otros después de incluir sus propuestas.

Por eso, desde el equipo de gobierno se espera que estos informes favorables no tarden demasiado.

La Gerencia Municipal de Urbanismo ha confirmado a este periódico que el documento de la aprobación provisional se ha remitido ya a la Consejería de Obras Públicas y a todas las administraciones que informaron el documento anterior. Inicialmente, sólo disponen del plazo administrativo de un mes para que comprueben que se han atendido todas las consideraciones que plantearon en sus respectivos informes de cara a la segunda aprobación provisional.

Y, al menos en teoría, si en el plazo de un mes estas administraciones no han emitido un nuevo informe sobre el PGOU, se entenderá que informan positivamente al Plan, razón por la que no se prevé que este trámite se prolongue durante demasiado tiempo. En todo caso, compete ya a la Consejería de Obras Públicas -y no directamente al Ayuntamiento- finiquitar la prolongada tramitación del Plan General, que comenzó a redactarse hace una década y que todavía no ha entrado en vigor.

A principios del mandato que ahora entra en su recta final, el Plan General figuraba entre las máximas prioridades del Gobierno local. En octubre de 2008 se llevó a cabo su primera aprobación provisional. Pero los informes sectoriales obligaron al Ayuntamiento a entablar una dilatada negociación con múltiples administraciones y a reconducir muchos de los criterios y actuaciones recogidos inicialmente en el Plan. Tras dos años a la búsqueda del consenso, hace poco más de un mes se presentó el documento definitivo, que se pretende aprobar definitivamente a principios de 2011.