Finalmente la Junta de Gobierno local no trató ayer el debate del informe elaborado por la Comisión de Memoria Histórica debido a cambios de última hora en el orden del día de la sesión.

Dicho estudio, que recoge las propuestas de este grupo municipal en cuanto a la eliminación de símbolos franquistas que perviven en calles y plazas de la ciudad, está previsto llevarse, no obstante, a la próxima reunión que celebre la Junta de Gobierno, que se llevará a cabo en alrededor de dos semanas.

Entretanto el alcalde, Manuel María de Bernardo, introducirá algunas modificaciones al escrito pero, como ha señalado la delegada municipal de Cultura, María José de Alba, se trata de cambios referentes a la redacción, no a las propuestas en sí, que seguirán contemplándose tal y como ha informado este periódico en anteriores ocasiones.

Con dichas puntualizaciones, aunque no hayan trascendido en profundidad, se pretende concretar la terminología del documento, con la que se ha tenido especial cuidado debido a lo delicado del tema tratado y a la polémica generada a raíz de la entrada en vigor de la Ley de Memoria Histórica, como ya ha ocurrido en otras localidades de España, por otra parte.

En la noticia publicada por Diario de Cádiz el último sábado se mencionaba que el primer aspecto en abordarse por parte de la Junta de Gobierno será el de las seis distinciones concedidas por el Ayuntamiento de la época a personalidades relacionadas con el alzamiento militar e incluso al propio Francisco Franco.

Este primer asunto a aprobarse se mantendrá de cara a la próxima convocatoria. Sin embargo, como ya se ha dicho, la última palabra la tendrá el pleno, al que habrá de llevarse cualquier resolución adoptada antes en Junta de Gobierno.

Posteriormente, el debate continuará en referencia a la eliminación de otros vestigios franquistas, como son lápidas o rótulos de calles, así como con la modificación de los nombres de las once calles que propone la comisión. La estatua de Varela también se someterá a la decisión de pleno.