Islaocio es la iniciativa que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de San Fernando ponen en marcha en verano dentro de la Red de Solidaridad y Garantía Alimentaria de la comunidad autónoma y que desarrollan en el CEIP Servando Camúñez. El objetivo de este proyecto es el de cubrir las necesidades didácticas, alimentarias y lúdicas de los niños isleños que se enfrentan a mayores dificultades socioeconómicas, buscándoles un lugar en el que poder disfrutar durante las vacaciones. "La falta de recurso económicos limita el ocio y la socialización de estos menores", expone el nuevo concejal de Inclusión y Políticas Sociales, Jaime Armario.

La encargada de gestionarlo es la asociación Enlace, que repite por segundo año consecutivo. Su coordinador, José Miguel Prado, explica que "nuestra función es ocupar el vacío que deja en verano la ausencia del colegio". En concreto, la labor más importante de la entidad, según el coordinador, es la de responder a las necesidades alimenticias de los niños que van a los comedores escolares y que en las vacaciones de verano no tienen esa posibilidad. Durante los meses de julio y agosto estos niños reciben desayuno y almuerzo de esta forma. "Nuestra idea es que no haya ningún momento en el que no tengan comedor porque cuando acaben con nosotros volverán a ir al colegio en septiembre", recalcó.

Este año el número de usuarios ha aumentado con respecto a la edición anterior en la que asistieron 30 niños. En esta ocasión son 40 los que están pudiendo disfrutar de este servicio. "Es difícil porque las infraestructuras y el equipo humano son los mismos, así que estamos haciendo un esfuerzo mayor", advierte Prado que reconoce que con el trabajo realizado el año anterior aprendieron mucho y eso les ha ayudado a estar más preparados. Aun así, asegura que le da "rabia" tener a tan pocos niños en una ciudad tan grande como San Fernando, dado que hay todavía casi 17 peticiones en lista de espera para poder acceder a esta iniciativa. "Hay veces en las que un niño deja de venir. Si después de hablar con la familia para intentar que vuelva no es posible, tiraron de la lista de espera", asegura el coordinador del proyecto.

El grupo de niños va desde los 3 hasta los 15 años de edad. En este ámbito también hay diferencias con el año anterior ya que sólo uno de ellos tenía 4 años. Sin embargo, este verano dentro del grupo de menores hay nueve con 5 o menos años. "Se nota porque requieren una atención bastante mayor. Sin ir más lejos a algunos tenemos que acompañarlos al cuarto de baño", pone de ejemplo.

Las actividades que realizan duran desde las 9:00 hasta la 15:00 horas y son muy variadas. Empiezan la jornada desayunando, después dedican un tiempo al apoyo escolar y, a media mañana, antes de un recreo de media hora, los niños toman un zumo. Luego realizan la actividad del día, que varía mucho dependiendo de las temperaturas que se encuentren. Si el calor se hace notar se quedan dentro de las aulas haciendo manualidades, pero cuando el tiempo se lo permite salen al patio del colegio. Hasta ahora han hecho murales, pulseras, cometas o máscaras, y han realizado actividades deportivas como gymkanas o baloncesto. Eso sí, intentan evitar el tiempo libre porque como, asegura Pardo, "nosotros estamos aquí para guiarlos y así conseguimos que jueguen todos juntos y que ninguno quede aislado". También tienen prevista una excursión: irán a la playa y al Centro de Educación Ambiental y Actividades de la Naturaleza en El Puerto de Santa María, donde ya estuvieron el año pasado en una experiencia que fue muy gratificante.

Los viernes es un día especial para los niños porque suelen hacer fiestas en las que no faltan juegos, bailes o disfraces.

Otro de los servicios que se está prestando y que este año está teniendo una gran importancia es el autobús. "Como este centro es el único en el que se está haciendo y las familias sólo tienen esta opción es totalmente necesario", señala el coordinador. De los 40 niños que están inscritos 23 cogen el autobús, siendo los que menos faltan, un servicio que para los trabajadores del proyecto resulta totalmente necesario ya que muchos de los menores viven en zonas alejadas del colegio, como la Ronda del Estero.

El coordinador de Enlace agradece las facilidades que le ha dado el colegio Servando Camúñez y su director para poder realizar esta iniciativa. De hecho, tienen acceso a todas las zonas del mismo e incluso a algunos materiales.