San Fernando

La Isla vive la jornada con Fadricas y la calle Real 'cerradas'

  • Los piquetes forzaron el cierre de comercios y supermercados, así como de Bahía Sur. Más tarde, el complejo comercial y otros establecimientos abrieron sus puertas

El desértico aspecto que La Isla presentaba ayer, a primera hora de la mañana, daba buena cuenta del impacto de la huelga en la ciudad. Casi parecía un día de fiesta. A diferencia de una jornada laboral normal, a las nueve de la mañana, apenas había tráfico en la calle y en el centro reinaba la calma y la inactividad. A esa hora, los colegios abrieron sus puertas con normalidad. Y aunque, en general, no fueron muchos los docentes que secundaron el paro, la mayoría de los padres optó por no llevar a sus niños a los centros. Y la menor presencia de alumnos se dejó notar en los colegios durante una jornada escolar que resultó bastante atípica.

En las instalaciones de Navantia no había nadie trabajando a excepción de los servicios mínimos; y en el polígono industrial de Fadricas la acción de los piquetes a primerísima hora de la mañana -quemaron neumáticos en los accesos- acabó con cualquier tentativa de iniciar la jornada laboral. Casi todas las empresas optaron por cerrar. Lo mismo hicieron con los operarios que trabajaban en la rehabilitación del Sitio Histórico del Puente Zuazo. En las obras del tranvía, tampoco se veía a nadie trabajar.

También consiguieron evitar los piquetes sindicales la apertura del centro comercial Bahía Sur, del supermercado Carrefour y de las tiendas de El Corte Inglés que se encuentran ubicadas en el complejo, uno de los principales núcleos económicos de La Isla. Algunos empleados de las tiendas de este centro, no obstante, optaron por aguardar en el interior de los establecimientos con las puertas cerradas.

Las intenciones de abrir en cuanto cediera la presión de los piquetes, como ya había ocurrido en anteriores convocatorias de huelga, eran evidentes. Y así fue desde poco después del mediodía: el complejo abrió sus puertas con normalidad, si bien varias de sus tiendas secundaron el paro durante toda la jornada. Y la afluencia de clientes, no obstante, fue bastante reducida.

Casi todas las gasolineras y supermercados de la ciudad abrieron también a primera hora de la mañana de ayer. La acción de los piquetes consiguió cerrar aquéllas que se encontraron durante el recorrido que efectuaron por la ciudad a lo largo de la mañana. Aunque tan sólo durante unas horas. Luego, volvieron a abrir sus puertas. En algunos casos, como ocurrió por ejemplo en el Mercadona de Pery Junquera, los clientes se quedaron en el interior del establecimiento al cerrarse sus puertas ante la llegada de un piquete. Minutos más tarde, salieron escoltados por la Policía. Lo mismo ocurrió en el Carrefour Express de la avenida Cayetano Roldán, que se vio obligado a cerrar ante la presión de los piquetes. Los trabajadores, no obstante, permanecieron en el interior del local.

En el centro, tan sólo un grupo de comercios y establecimientos hosteleros abrió sus puertas desde primera hora de la mañana. Se calcula que en torno a un 80% secundó el paro. Fue allí, no obstante, donde la huelga general deparó los momentos de mayor tensión en La Isla y donde se dieron varios enfrentamientos entre los piquetes, que precisaron incluso de la presencia policial. Ocurrió, especialmente, en dos ocasiones. La primera, en la calle Rosario, cuando un ciudadano increpó a los sindicalistas que se agrupaban en torno a una joyería abierta y a cuyo propietario intentaban convencer para que cerrara el local, lo que derivó en un tenso enfrentamiento que sólo evitó la intervención policial, que ayer controló todos los movimientos de los piquetes.

El incidente caldeó los ánimos. Más tarde, en la céntrica cafetería La Mallorquina -que desde primera hora de la mañana estaba abierta y llena de clientes- se vivió otro de los momentos de mayor tensión de toda la mañana, un enfrentamiento que además presenció un nutrido grupo de ciudadanos que en esos momentos se encontraba en el centro. Aunque el establecimiento cerró al llegar el piquete, dejando a los clientes en su interior, un cruce de acusaciones casi hizo que se llegaran a las manos. Fue la Policía la que, nuevamente, evitó que la situación fuera a más y disolvió el conato de pelea.

Los piquetes recorrieron luego una calle Real en la que prácticamente todos los establecimientos habían cerrado sus puertas -aunque algunos más tarde volvieron a abrir- para dirigirse posteriormente al centro de ocio San Fernando Plaza y a los supermercados de la avenida León Herrero, donde nuevamente se repitió la misma escena: cerrar para volver a abrir poco después. La inactividad provocada por la convocatoria de huelga, no obstante, se dejó notar durante el resto de la jornada.

En el Ayuntamiento, la huelga general fue secundada por el 10,29% de la plantilla. En torno al 10,52 si se incluyen los organismos autónomos municipales.

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