Almudena Grandes ha sido la otra protagonista de una Feria del Libro que en su regreso a San Fernando se ha dedicado a explorar la relación entre el genio flamenco de Camarón y la literatura. La escritora madrileña fallecida en el pasado mes de noviembre recibió el sábado el homenaje de La Isla aprovechando esta cita con las letras que desde el lunes se celebra en la plaza de la Iglesia.
De ello se encargaron dos de sus amigos, Juan José Téllez y Ángeles Aguilera, que se subieron al escenario de la Feria del Libro para esbozar en su memoria un cariño retrato que, entre anécdotas, ahondó en la estrecha vinculación que la autora tenía con Cádiz y, especialmente, con la localidad de Rota, para recordar también a sus incondicionales que se llegaron a congregar en torno a la autora, los llamados 'almudenos'.
En este sencillo pero emotivo tributo de la Feria del Libro isleña se recordó especialmente a la persona más que su obra. Se destacó su amplia generosidad, su talante, su capacidad de trabajo, su meticulosidad a la hora de escribir y esas temporadas, siempre especiales, que pasaba en Rota. También, evidentemente, se aludió al compromiso plasmado en las novelas que conforman los episodios de una guerra interminable y se subrayó lo que dichas novelas han supuesto para la memoria histórica.
Aunque el homenaje a Almudena Grandes no fue la única cita en la penúltima jornada de la Feria del Libro. La tarde se aprovechó también para dar a conocer una nueva obra que aborda desde una nueva perspectiva la vida de Camarón, la novela gráfica Camarón, dicen de mí, del Carlos Raymón -fallecido hace unos meses- y el ilustrador Raulowsky. Este último, en un acto conducido por el periodista Jacobo Rivero, fue el encargado de hablar de una obra, que al igual que el flamenco, pretende emocionar a todo el que se acerca a ella.
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