El obispo diocesano, Antonio Ceballos Atienza, presidió el pasado fin de semana la ceremonia de consagración de la parroquia de la Sagrada Familia, en la barriada Bazán, una vez concluidas las obras de reforma que se han llevado a cabo en el templo desde principios de año.

En el desarrollo de la celebración de la eucaristía, el obispo bendijo y asperjó al pueblo congregrado en la parroquia así como las paredes del templo. Igualmente, entronizó las reliquias de los mártires San Ponciano, San Teodoro y San Dativo, que han sido traídas de la Catedral de Cádiz, en el nuevo altar del templo que ha sido realizado por Antonio Luque Márquez y Rafael López Carrillo. Asimismo, también se bendijo el tríptico de la Sagrada Familia, San Joaquín y Santa Ana, obra del pintor isleño Eduardo Martínez Pérez, que presidirá el presbiterio. De esta manera, culminan las obras del templo.