Es un día de fiesta en la residencia de la Cruz Roja. La actividad es frenética, no para, para que los usuarios disfruten de una jornada especial, un día en que las puertas del centro están abierta para toda la ciudadanía, para que conozcan cómo funciona, quiénes trabajan, quiénes viven en ella. La propuesta coincidía con la organización de un encuentro de equipos directivos de la red de residencias y hospitales de la Cruz Roja Española, que se celebraba ayer, tras la inauguración por la mañana del alcalde, José Loaiza, en el centro de congreso y continuará hoy.

Un grupo de voluntarios ayudaba en las dependencias de la Cruz Roja de La Magdalena para amenizar la jornada. La idea era que los residentes se divirtieran y estuvieran entretenidos con talleres y propuestas diversas. Se había previsto, por ejemplo, la realización de un taller de cócteles, a cargo de un grupo de expertos. De la elaboración de bebidas, a la comida. Por un lado, con algo dulce, con la celebración de un taller de elaboración de galletas. Por otro, ya por lo salado, se optó por cocinar una paella para la convivencia. Usuarios, trabajadores, visitantes y los responsables de los distintos centros que acudían a las jornadas la degustaron a la hora del almuerzo, compartiendo un agradable momento.

La jornada festiva continuó con otras actividades, como las actuaciones de coros rocieros. Incluso por la tarde estaba prevista una exhibición con perros de la unidad canina. Colaboraba, igualmente, la Asociación Hípica que ofrecía un espectáculo musical, con un caballo y el jinete acompañando a los movimientos de una bailaora flamenca.

Actualmente la residencia de la Cruz Roja de San Fernando -que comparte director gerente con el hospital Victoria Eugenia de Sevilla- cuenta con 79 plazas cubiertas, del total de 237 de que dispone. De hecho, de las cuatro plantas con habitaciones con que cuenta el edificio (aparte de la planta baja), una de ellas, la cuarta, permanece cerrada, explica el director técnico del centro, Diego Cobos. "Tenemos 87 plazas concertadas con la Junta de Andalucía, pero en torno al 20% no están ocupadas", comenta. Concretamente nadie aprovecha 20 plazas de acceso público. En este caso, el problema, como ocurre con centros vinculadas a la dependencia como Upace o Alzheimer, es que no se están produciendo nuevos ingresos en la residencia. Les está afectando la paralización de la Ley de Autonomía y Dependencia se manifiesta en la ausencia de nuevas valoraciones de personas que necesitan esta atención que ven cómo sus programas individuales de atención (PIAs) están paralizados.

Esto hace, a pesar de que la situación económica para las familias no es buena, que esta entidad social trabaje para llenar las plazas privadas de sus centros asistenciales. "Ahora atendemos a doce personas que han entrado a plaza privada, pero podemos dar cabida hasta a 150", comenta Cobos, que también asiste a las jornadas que se desarrollan entre equipos directivos de otros centros de Cruz Roja nacionales.

En ellas, en torno a 35 asistentes ponen en común la problemática a la que se enfrentan en la actualidad. Responsables de hospitales y residencia atendían a las ponencias de ayer, para hoy mostrar a los demás los proyectos, logros y dificultades (entre otras los retrasos en los pagos de las administraciones) que tienen por delante.