Crítica, muy crítica se mostró ayer la delegada de Desarrollo Sostenible, Rosario Álvarez, al respecto de la visita de la responsable de la Empresa Pública de Puertos de Andalucía (EPPA), Monserrat Badía, al muelle de Gallineras, para anunciar nuevos amarres, una estancia de la que no se avisó ni se contó con presencia municipal. Y es que no es la primera vez que lo hacen, aseguró, especialmente tratándose de un periodo pre electoral.

"Lamentamos como Ayuntamiento que tengamos que enterarnos de estas noticias por los medios de comunicación, -denunciaba ayer- sobre todo porque demuestran que ellos no se deben al pueblo, si no a unas siglas". A este hecho hay que añadirle además otro que forzaría la asistencia de representantes municipales, porque esta actuación se enmarca dentro del Plan de Turismo Náutico con el que colabora el propio Ayuntamiento.

Álvarez, quien tildó además esta visita como "una más dentro de la gira promocional del Partido Socialista", afirmó que este desplante no servía sin embargo para enturbiar la buena noticia. "Nosotros reconocemos que es positivo para la ciudad, pero el comportamiento mostrado por esta administración y, en general, por esta agrupación, es una falta de respeto y un menosprecio".