El Ayuntamiento ha iniciado los trabajos para la apertura de la calle Batallones de Marina, para conectar esta vía con Santo Entierro, lo que una vez concluida ayudará a agilizar el tráfico de la zona, que ha visto aumentado el flujo de vehículos con la semipeatonalización de la calle Real.

Ayer, varios operarios comenzaban con la actuación, que en esta primera fase se centrará en la eliminación de las edificaciones que cortan la posible continuación de la calle. Concretamente, procedían a la retirada de los elementos de uralita que estos inmuebles tienen en buena medida en sus azoteas. Después vendrá el derribo de estos edificios. Se encarga de la intervención la empresa adjudicataria, Andaluza de Accesibilidad SL. El presupuesto asciende a 43.720 euros. Para poder desarrollar los trabajos la Gerencia Municipal de Urbanismo tuvo que proceder a la expropiación de ocho fincas, con cuyos propietarios se llegó a acuerdo.

La apertura de este tramo viario responde a las demandas de los vecinos, una vez peatonalizada la calle Real, reconoce el Ayuntamiento en un comunicado. Es más, asegura que es "una de las reivindicaciones históricas del barrio". El nuevo viario está contemplado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) todavía vigente (de 1992) y en el Plan de Reforma del Casco Histórico (Peprich). En el futuro, la adecuación de este tramo de continuación de Batallones de Marina permitirá la conexión del tráfico entre San Quintín, Emperador Carlos, la avenida de la Marina, la mencionada Batallones de Marina y el Callejón Nuevo.

La siguiente actuación, a la que se procederá en los próximos meses, consistirá en la urbanización de la calle con la creación de dos carriles de tráfico rodado y peatonal. Para duplicar la calzada y ampliar la anchura del tramo para igualarlo a la medida que tiene la calle Batallones de Marina, el Gobierno local debe esperar a la aprobación del nuevo PGOU, donde se recoge la medida.