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La preocupación crece entre los empresarios de la calle Real, que observan cómo las obras del tranvía en la arteria principal de la ciudad bajan el ritmo, lo que puede alargar en el tiempo las incomodidades y pérdidas que suponen para sus negocios. Los primeros en levantar la voz para mostrar su malestar por esta situación fueron los comerciantes de la zona del Carmen y de todo el tramo hasta Callejón Nuevo, pero sus quejas de hace una semana animaron a otros a desvelar su intranquilidad por la ralentización de los trabajos de semipeatolización y para el paso del tranvía que se desarrollan en esta céntrica vía.

La Asociación de Comerciantes de San Fernando (Acosafe) atendió a la llamada de socios y no socios y convocó para el pasado jueves una reunión con todos los interesados. Entre otras medidas, los participantes decidieron crear comisiones que representen a los empresarios de la calle Real, por tramos. "En cada tramo el problema es distinto, depende de cómo marche la obra. Por eso se ha optado por esta solución", explica la presidenta de la entidad, Cristina Arjona, que reconoce que la inquietud es generalizada. Los negocios desde la rotonda de la fuente Tusquets hasta Borrego contarán con tres personas que los representarán ante las administraciones y los responsables de las obras. Así, cuando tengan un problema, se lo trasladarán para intentar solucionarlo. También un grupo representará a los establecimientos del tramo entre Borrego y el Carmen, como en los siguientes metros de calle Real hasta San Francisco. Otra comisión se formará para ser la voz de los empresarios del tramo entre San Francisco hasta la Alameda y otra de la Alameda a Plaza del Rey -único tramo finalizado prácticamente a excepción de la propia Alameda-. El resto de la calle se ha dividido de la plaza del Rey a la plaza de la Iglesia y de ésta hasta Venta de Vargas. De cada comisión se erigirá un portavoz.

Estas comisiones, señala la máxima responsable de Acosafe, según se acordó en la reunión del jueves, se encargarán de hacer llegar las quejas tanto a la Oficina del Tranvía, como a las administraciones sea cual sea en cada momento. Son múltiples las dudas y los problemas a los que se enfrentan los comerciantes y otros afectados de la calle Real. Principalmente, insisten en conocer los plazos de ejecución de la intervención en cada tramo para estar atentos a cualquier retraso que se produzca. La idea es que los grupos de trabajo se coordinen y estén en contacto con la obra para que el trabajo de los operarios se pueda realizar en los momentos que menos molesten a los comercios y de la forma que menos problemas presenten.

El grado de malestar entre los empresarios, después de que las últimas semanas los trabajos se ralentizaran o quedaran parados en algunos puntos, se puede percibir en el número de personas que aceptaron la invitación abierta de Acosafe, que preparó su sede para acoger a unas 90 personas para las que prepararon sillas. Algunos tuvieron que quedarse de pie, finalmente. Por ello, desde el colectivo empresarial se calcula que asistieron en torno a unas cien personas. Hubo momentos de tensión en que los ánimos se encendieron. Se planteó incluso medidas de presión , pero finalmente se aceptó el diálogo como la mejor manera para intentar salvar la situación. Con esta actitud los comerciantes y otros empresarios hacen un frente común para luchar por sus intereses, en relación a las dificultades que sufren por la obra del tranvía. La mejor forma de salir adelante es estar unidos, parece que han entendido.