Cada sesión plenaria en la biblioteca adaptada de la Casa de la Cultura reabre viejas y nuevas heridas que se ciernen sobre la localidad. Una de ellas fue la del centro de salud Cayetano Roldán, el que fuera Hermanos Laulhé ubicado a los pies de la Venta de Vargas. Unas obras de reforma harto complejas debido al valor arquitectónico del edificio estuvieron seguidas de problemas con la estructura que retrasaron mes a mes un plazo de entrega que parece eternizarse. No pocas han sido las quejas manifestadas tanto por el Gobierno local como por los dos partidos que lo sustentan. Así, PA y PP han protestado enérgicamente ante la administración andaluza, singularizada en la Delegación Provincial de Salud. Y también lo hicieron en la última sesión ordinaria.

El eje del problema se encuentra ahora en un estudio de prevención acústica que no llega. Un estudio que encargó la Gerencia de Urbanismo alentada por dos motivos. El primero de ellos, el marco legal, es decir, que el equipamiento que compone el centro hace necesario que las instalaciones cuenten con este informe. El segundo, la protesta formal que la comunidad de vecinos colindante interpuso ante la Gerencia.

Ambos argumentos giran en torno a la presencia de dos elementos en el inmueble, ahora reformado, elementos cuyo nivel de ruido, una vez puestos en funcionamiento, pueden superar las cotas de la legalidad, o no. Eso es lo que hay que determinar.

Así, por un lado se encuentra el grupo electrógeno que permitirá a las dependencias tener autonomía eléctrica en caso de que se fuera la corriente proveniente del exterior, una circunstancia puntual que no ha sido evidentemente el detonante de la denuncia ciudadana. Pero sí lo ha sido el otro, la colocación de varios aparatos de aire acondicionado en el cerramiento -el techo- de este centro de salud. Estos aparatos entrarán en funcionamiento una vez abran las dependencias y lo harán con una constancia mayor que el grupo electrógeno.

La proximidad del cerramiento del centro a otros edificios de mayor altura provocan que el ruido que estos pudieran producir caiga justo a la altura de las ventanas de varios residentes de estos inmuebles colindantes. Es por ello que se hace necesaria, imprescindible, la elaboración de este informe de carácter técnico.

De momento, la Gerencia de Urbanismo ha solicitado ya a la empresa encargada de la reforma y en definitiva, a la administración autonómica, que elabore este informe, lo entregue y, en caso de que se cumplan los parámetros, las obras puedan dar un último y necesario paso. Desde Urbanismo se insiste en la voluntad municipal por desbloquear esta actuación que, como tantas otras, sufre retrasos que perjudican en última instancia al ciudadano.

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