El levante se mantuvo distante mientras apenas una brisa agradable hacía acto de presencia la jornada de ayer, primer día de la temporada de playa. Respetó el viento del este como en contadas ocasiones esa fecha marcada en el calendario oficial, en la que tradicionalmente se procede al izado de banderas en Camposoto, o la playa del Castillo, como prefieran.

"La playa es uno de nuestros principales valores. Por eso, lo más importante es cuidarla", advirtió el alcalde, Manuel de Bernardo. Los ciudadanos ya se han dado cuenta de ello, sostuvo, y son respetuosos en el litoral y en su alrededores. Desde el Ayuntamiento, para prepararla para la temporada estival, se invierte cada año en torno a 200.000 euros, a lo que se ha sumado este año las actuaciones para arreglar los desperfectos, numerosos y preocupantes, que ha sufrido por los fuertes temporales del invierno. De hecho, la Demarcación de Costas tuvo que intervenir para recuperar parte de la arena perdida, arrastrada por las altas mareas y desplazadas hacia el caño que discurre a lo largo de la playa y que hay que sortear para acceder a ella. Su trabajo consistió en un perfilado, explicó la delegada de Desarrollo Sostenible, Rosario Álvarez. "Pusieron en su sitio toda la arena que se ha podido rescatar", comentó. Aún así, se perciben los saltos y ondulaciones en el perfil de la arena y siguen existiendo puntos en los que ha quedado al descubierto bolsas de fango. El Gobierno local insistirá por ello en la recuperación integral de la arena de la playa. "Creemos que Costas va a responder a nuestras demandas", reconoció Álvarez, aunque no será para este verano.

Los pabellones de las distintas comunidades autónomas fueron alzados por ciudadanos nacidos en ellas y censados en San Fernando, que habían respondido al llamamiento realizado por el Ayuntamiento a través de la página web. Tras su colaboración, se brindó con ellos en uno de los tres chiringuitos que se instalan en la arena isleña para dar servicios a los usuarios. Los responsables ya habían concluido la instalación, incluso la carpa para resguardar del sol: en otras aún quedaban algunos detalles por acabar. Todo lo demás estaba listo para atender a los ciudadanos: aseos, vestuarios, puestos de salvamento, módulos de seguridad, de Protección Civil, duchas, lavapiés, bebederos... Los primeros, aquellas personas que ya ayer disfrutaban del buen tiempo, caluroso y soleado, en sus sillas o toallas, tomando el sol o dentro del agua. No eran pocos, y lo demostraba la cantidad de vehículos que ocupaban numerosas plazas en batería a una margen y otra de la carretera de Camposoto. Las tres bolsas de aparcamientos habilitadas -en Pozo Alcudia, en el acceso número 4 y en Acuinova- aportarán, además, 2.055 estacionamientos.

En cada acceso y en las tres aparcamientos ya hay señaladas dos plazas para personas con movilidad reducida. A lo largo del cordón dunar existen ocho accesos, siete de ellos peatonales que llevan pasarelas de madera de dos metros de ancho y que se prolongan hasta el límite de la pleamar. Eso mejora la accesibilidad para personas con movilidad reducida. En total son 2.000 metros de pasarelas. El otro permite la entrada de vehículos de servicio a la plaza, gracias a un puente de obra civil.

Los servicios de Protección Civil serán de once a ocho de la tarde, hasta las nueve sábados, domingos y festivos.