San Fernando

Bahía Sound se regala una noche de nostalgia con Alchemy Project y su homenaje a los Dire Straits

  • La banda tributo hizo gala de una sorprendente calidad músical en el directo 

El solista y guitarra principal de Alchemy Project, Roberto Sánchez, durante su actuación en Bahía Sound.

El solista y guitarra principal de Alchemy Project, Roberto Sánchez, durante su actuación en Bahía Sound. / D.C. (San Fernando)

El ciclo de conciertos Bahía Sound se dio el lujo de entregarse por entero a la nostalgia ochentera con una sesión de rock del bueno que vino de la mano de la banda tributo a los Dire Straits cuyo nombre se inspira en uno de esos contados conciertos y álbumes que han hecho historia en la música: Alchemy Project

Fue una velada agradable, protagonizada -como suele ocurrir con las bandas tributos- por una sorprendente calidad musical (muy por encima de lo que se suele escuchar en otros espectáculos) y también algo enternecedora, que es lo que pasa cuando uno abre la puerta a los recuerdos de la mano de la música.

La mayoría del público pasaba de los 50 y algunos lucían candorosamente camisetas con la icónica portada de aquel disco en directo de Alchemy que la banda británica grabó en el Hammersmith Odeon en 1983. El próximo año se cumplirán 40 años, pero la buena música -y los buenos temas- nunca pasan de moda. 

Recordarlos, o mejor dicho recrearlos con una impresionante fidelidad, es lo que hace Alchemy Project en un homenaje de primera que, además, sirve para disfrutar. Y mucho. Anoche es lo que el público -no especialmente numeroso pero sí fiel a la causa- hizo desde que empezaron a sonar en el escenario los clásicos acordes de Once upon a time.

Roberto Sánchez, con su chaqueta y sus muñequeras ochenteras -aunque sin cinta de tenista- ejerce de solista y guitarra principal cual Mark Knopfler a bordo de un escenario que comparte con el resto de una banda -Antonio Márquez, David Carmona, José 'Enzeos', José Guerrero, Julián Carrasco y Rafa Rabal- que hace gala de un especial respeto y concentración en cada uno de los temas que interpretan. Es casi una ceremonia en la que, por supuesto, esos solos de guitarra que marcaron a una generación están especialmente presentes.  

En el repertorio, además de los temas de Alchemy, no faltaron otros indispensables de los Dire Straits -Brothers In Arms, Money for Nothing- así como algunos 'regalitos' -temas de la banda que no fueron publicados y que se han rescatado a partir de las grabaciones de un documental- en un espectáculo de dos horas y media de duración que, huelga decirlo, llevó a los fans de la mítica banda británica a revivir aquel concierto en el que solo unos cuantos elegidos tuvieron la suerte de estar.   

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