El Ayuntamiento tarda en pagar sus facturas una media de 44,10 días, según el último dato que ha hecho público el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, relativo al pasado mes de enero. Eso supone que los proveedores que trabajan para la administración local cobran actualmente sus facturas en un plazo que ronda el mes y medio, lo que no está nada mal si se compara, por ejemplo, con los 122 días de plazo -cuatro meses- que tarda en pagar el Ayuntamiento de la vecina ciudad de Cádiz.

El dato con el que las oficinas locales de Hacienda se han estrenado en este nuevo ejercicio, aunque superior en cinco días a la cifra que se registró a finales de 2016, mantiene la tendencia de los últimos meses, en el que se ha conseguido reducir sustancialmente este periodo medio de pago hasta los niveles acostumbrados en La Isla tras una notoria subida que coincidió con los tiempos de las pasadas elecciones municipales y la constitución del nuevo gobierno y que llevó incluso a que durante los meses de julio y agosto se superaran los 60 días de tope que fija la ley, algo nada habitual en La Isla durante los últimos años.

Con todo, el dato de enero -de 44,10 días- es prácticamente similar al registrado en este mismo periodo del año anterior, en el que la media era de 44,30 días, lo que en cierto modo insiste en una tendencia que, al menos hasta ahora y con las pertinentes correcciones, el Ayuntamiento ha sabido mantener incluso tras el cambio de gobierno que se registró a mediados de 2015. Esta similitud de los plazos entre comienzos de un ejercicio y otro obliga también a dejar a un lado las críticas políticas que en distintos momentos se han cruzado tanto PP como PSOE al referirse a los tiempos que el Ayuntamiento maneja a la hora de pagar a sus proveedores.

Los primeros, de hecho, han atacado en varias ocasiones al nuevo gobierno acusándoles de aumentar estos plazos y advirtiendo del efecto que esta demora tiene en las pequeñas y medianas empresas que trabajan para el Ayuntamiento, normalmente asentadas en la localidad o en su entorno más próximo. Y los segundos, por su parte, han achacado a la gestión anterior que a mediados del pasado año este periodo medio de pago llegara a superar el tope legal de los 60 días. Lo cierto es que este tiempo que el Ayuntamiento tarda en pagar sus facturas -el dato se ha convertido en un indicador de referencia que actúa como termómetro de la gestión municipal en materia económica- sigue siendo el mismo de un año a otro. Y tanto una sigla como otra, desde el equipo de gobierno, ha aludido en reiteradas ocasiones a la confianza que inspira el Consistorio isleño como buen pagador, lo que permite además mejorar los importes de las adjudicaciones al atraer a más empresas y, por consiguiente, más ofertas económicas. Esa lectura del gobierno municipal ha sido común en un mandato y otro.

La media de 44,10 días con la que el Ayuntamiento ha cerrado el mes de enero y se ha estrenado en 2016 se sitúa incluso por debajo de lo que ha sido habitual en los últimos doce meses. Durante 2015, de hecho, el Consistorio isleño hizo frente a sus deudas en un promedio de 49 días, cinco por encima del último dato facilitado por el Ministerio de Hacienda. Claro que en este cálculo estadístico pesa muy especialmente la subida progresiva que, precisamente desde enero, se registró mes tras mes hasta llegar a los 64,38 días que se anotaron durante agosto (más de dos meses). El mejor dato, sin embargo, se anotó en noviembre, en el que se consiguió pagar las facturas en poco más de un mes: 36,39 días. Un dato que solo ha sido superado en diciembre de 2014, en el que se anotaron 27,55 días de plazo medio. Desde entonces, este indicador ha vuelto a subir todos los meses, aunque levemente. A pesar de todo, la cifra que se ha apuntado en el mes de enero y que acaba de conocerse es la más elevada desde septiembre.